Sara Lemel
Jerusalén. - En tiempos de profundo desconsuelo y falta de esperanzas, el planeado encuentro del líder palestino, Yasser Arafat, y del ministro israelí de Asuntos Exteriores, Shimon Peres, les parece casi una última oportunidad a muchos israelíes y palestinos. Aun así, son más bien escasas las posibilidades de que esta reunión, que a sugerencia de Arafat se realizaría en Berlín, sea exitosa bajo las actuales condiciones, en opinión de todos los observadores. El mandato que el primer ministro israelí, Ariel Sharon, le conceda a Peres, conocido como "paloma", posiblemente ni alcanzaría para una solución de compromiso. Según se informó, en la reunión Peres sólo podría hablar sobre un cese el fuego y un mejoramiento de las catastróficas condiciones de vida en los territorios palestinos, pero no así de que se retomen las conversaciones de paz. De esta manera, un fin de la violencia que continuamente se ejerce hace once meses entre ambas partes prácticamente no parece posible. Arafat, que en el interín ha resultado considerablemente debilitado en el ámbito interno, debería presentarle a su pueblo sólidos resultados para compensar las serias pérdidas y el padecimiento de los palestinos en los últimos meses. El ex ministro israelí de Asuntos Exteriores Shlomo Ben-Ami, quien a comienzos de año todavía había actuado infructuosamente en conversaciones directas con los palestinos para alcanzar una amplia solución de paz, se refirió ahora a un "encuentro superfluo" entre Peres y Arafat. Según Ben-Ami, una reanudación de las conversaciones de paz, aun cuando las vea como única solución, llevaría sí o sí a un quiebre de la unidad interna y de las "coaliciones nacionales" en ambos lados. El ministro del Exterior alemán, Joschka Fischer, y Berlín fueron constreñidos a adoptar el nuevo rol mediador, dado el vacío causado por la completa ausencia del mediador stándard, Estados Unidos. El diario israelí Haaretz indicó: "Fischer resultó ser en las últimas semanas el único líder internacional que aún está dispuesto a la mediación entre Israel y los palestinos para alcanzar una realización del cese el fuego (acordado a mediados de junio) y del informe Mitchell". En tanto, Alemania es considerado en Israel como el socio más confiable de Europa, y Fischer es muy apreciado en Jerusalén. Y es importante la influencia que Alemania, como principal aportante de recursos financieros, ejerce sobre Arafat, al que el gobierno del presidente estadounidense, George W. Bush, desdeña, es muy importante.
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