Como parte de la estrategia contra los asesinatos específicos israelíes, los miembros de Hamas y sus familias han abandonado sus hogares y otros se han trasladado a lugares residenciales muy poblados ante el peligro de ataques con misiles. Si un destacado funcionario palestino tiene un teléfono móvil, éste sólo le durará una semana. Por razones de seguridad, luego se le cambia. Entre las medidas de preventivas ahora figura también -como en el caso del ataque fallido de la noche del miércoles en la Franja de Gaza- que los altos cargos no viajen juntos en el mismo vehículo y que como máximo sólo uno se desplace en un convoy de vehículos. Así se minimiza el riesgo de los ataques. Esta variante es una práctica habitual en el mundo árabe. El jefe de Estado iraquí, Saddam Hussein, por ejemplo, viaja desde hace décadas sólo en un convoy de Mercedes del mismo modelo y con el mismo color. Nadie, excepto el personal encargado de su seguridad, sabe en qué coche viaja. Asimismo, pretenden infundir temor con la caza de los colaboradores palestinos que han dado pistas a los servicios secretos israelíes para los "asesinatos selectivos". "Mi marido hace semanas que no ha venido ha casa y desde entonces no ha vuelto a ver a los niños. No sé dónde está", dijo la esposa de jeque Yamil, un activista de Hamas en Ramala. "Tiene miedo de que lo maten". Quien desee hablar con el representante de Hamas en Ramala, Hassan Yussif, le encontrará preferiblemente rodeado de mucha gente, por ejemplo en la comitiva de un entierro. Este hombre, de 46 años, dice que figura en la "lista negra" israelí. Hasta la fecha, seis palestinos han sido condenados a muerte, y en el mundo árabe la traición significa una vergüenza para toda la familia.
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La Ciudad
