La obtención ilegal de sangre en áreas pobres y rurales en China en la década del noventa contribuyó en el aumento del 67 por ciento en las nuevas infecciones con HIV reportadas en el primer semestre de este año, según informó ayer el viceministro de Salud, Yin Dakui. El gobierno estima que entre 30 mil y 50 mil chinos se infectaron con el virus responsable del sida a través de la venta de su sangre a comerciantes ilegales, precisó el funcionario. Las declaraciones de Yin son la primera admisión por parte de un alto funcionario del gobierno chino acerca de la proporción de los nuevos casos de infección con HIV causados por la donación de sangre. Algunos expertos estiman el número de infectados por este medio entre 80 mil y 100 mil añadió Yin. Según el Ministerio de Salud, los adictos a drogas intravenosas siguen siendo el 70 por ciento de los pacientes registrados con sida o HIV. Sin embargo, Yin dijo que los casos de personas infectadas con HIV por la donación de sangre están aumentando drásticamente, mientras que la prostitución también se está convirtiendo en un "canal principal" de transmisión del virus del sida. El gobierno chino planea poner fin esta año a la venta ilegal de sangre, según informó ayer la agencia de noticias oficial Xinhua. Para ello prevé cerrar todas los lugares ilegales donde se dona sangre y destinar fondos para establecer redes seguras de donación de sangre en las áreas centrales y occidentales de China, que son relativamente pobres, añadió la agencia. El gobierno dijo que los centros ilegales de obtención de plasma en algunas provincias habían acumulado grandes volúmenes de plasma de campesinos a principios de los noventa sin cumplir las normas gubernamentales. Los campesinos vendieron sangre por 40 yuan (cinco dólares) por muestra a los centros de plasma -algunos dirigidos por responsables gubernamentales locales- que reunieron las donaciones en un gran recipiente del que extrajeron el valioso plasma. La sangre mezclada se volvía a inyectar a los donantes para evitar que sufrieran anemia. Expertos del Ministerio de Salud aseguran que esta práctica cesó hacia 1996.
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