El acuerdo de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional disparó una catarata de adhesiones de parte de funcionarios de los países desarrollados quienes se mostraron confiados en que el país podrá superar la crisis y encarar un camino de crecimiento en el mediano plazo.
Ayer el presidente de los Estados Unidos, George Bush insistió ayer en que la deuda pública argentina debe recuperar un "perfil sustentable" a partir del convenio alcanzado con el organismo internacional de crédito que habilita una ayuda adicional de 8.000 millones de dólares para hacer frente a las acreencias y colocarlas en una posición más sostenible. En tanto, el subsecretario del Tesoro, John Taylor aseveró que el entendimiento supone "un nuevo enfoque" para el tratamiento de los países en crisis.
El presidente estadounidense se comunicó ayer telefónicamente con su par de México, Vicente Fox para discutir la situación argentina. "Ambos expresaron su deseo para la sustentabilidad en la región y particularmente en Argentina", aseveró el vocero de la Casa Blanca Ari Fleischer.
Bush le comunicó a Fox que "es importante" para su administración trabajar junto al FMI para "ayudar a la Argentina a que se ayude a sí misma".
El vocero agregó que "el nuevo acuerdo incluye medidas específicas que son designadas para apuntalar la implementación en Argentina de su plan de déficit fiscal cero, y el gobierno de Estados Unidos busca la liberalización comercial con Argentina".
Los comentarios de Bush, a través de Fleischer, se sumaron a una verdadera catarata de declaraciones de funcionarios del gobierno estadounidense que saludaron el acuerdo entre la Argentina y el Fondo.
Para Taylor la ayuda "muestra una atención central en el crecimiento económico".
Además del acuerdo para el aporte de fondos, se incluyó como un entendimiento paralelo que Argentina impulsará las negociaciones de libre comercio del Mercosur con Estados Unidos, con la idea de que el comercio promoverá una economía "sostenible", aclararon desde la Casa Blanca.
El acuerdo concentró la atención de los principales diarios estadounidenses. Ayer el incluyente diario The New York Times dijo ayer que "la sugerencia del Fondo de que Argentina llegue a un acuerdo "voluntario" con sus acreedores para reestructurar parte de su abultada deuda pública puede poner bajo presión a los bancos estadounidenses y otros prestamistas para perdonar parte de la deuda argentina.
"El plan podría poner bajo presión a los bancos estadounidenses y a otros prestamistas para aceptar pérdidas en bonos y créditos de Argentina, a pesar de que funcionarios del Fondo afirman que cualquier reestructuración dentro de su plan de tres años depende de la cooperación voluntaria de todas las partes, y que no es una condición absoluta de los préstamos", sostuvo el diario en su portada.
Por lo tanto, el matutino consideró que "el plan ofrece una zanahoria, pero no un garrote".
Según el "Times", la administración del presidente Bush presionó al equipo argentino liderado por el viceministro de Economía, Daniel Marx, para buscar una manera de reorganizar las finanzas argentinas y los pagos de la deuda a fin de sobrevivir sin nuevos fondos.
"Si habían nuevos préstamos (como fue el caso), querían que Argentina demostrara que el dinero sería utilizado en sostener al país más allá de los usuales plazos de tres años" que duran los programas financieros, indicó el matutino.
Optimismo alemán
El ministerio de Finanzas alemán expresó ayer su satisfacción y pleno apoyo a la decisión del FMI de aumentar la asistencia financiera para la Argentina y elogió la decisión del gobierno nacional de trabajar con los acreedores para mejorar el perfil de la deuda.
"El ministerio se felicita por el hecho de que las conversaciones entre el gobierno argentino y la dirección del FMI hayan llegado finalmente a un resultado", declaró ayer un vocero oficial.
El vocero señaló que el gobierno alemán es "optimista respecto de que Argentina logrará superar la crisis, para volver, a mediano plazo, a una vía de crecimiento duradero".
"Exhortamos al gobierno argentino a aplicar el programa de déficit cero con celeridad y sin reservas", agregó la fuente, que recordó que el aumento del crédito "stand by" del FMI -de 14.000 a 22.000 millones de dólares- esta supeditado a la concreción de esa ley.
Asimismo, las autoridades del Ministerio alemán valoraron positivamente que el gobierno argentino se haya mostrado "dispuesto a trabajar con los acreedores privados para mejorar el perfil de la deuda argentina".
"Confiamos en que los acreedores privados estén dispuestos a colaborar en ello", aseveró el informante.