Las historias de la gente también se trocan y marcan una coincidencia, el trueque es una opción para subsistir. "Mi mamá y yo comenzamos hace siete meses. Soy ama de casa, no trabajo y realmente vivimos del trueque", reseñó Liliana Caro, de San Lorenzo, coordinadora del club Pan de Vida. Susana Páez, una participante más del trueque, ejemplificó: "Hace tres meses que comencé aquí, mi esposo estaba sin trabajo y tengo nueve hijos. Fue una forma de solventar la situación, intercambiamos todo tipo de mercadería, verduras y frutas. Soy de Capitán Bermúdez, hoy gracias a Dios mi marido consiguió empleo, pero yo sigo con esta labor para ayudar". Marcelo Martínez contó su caso: "Tengo seis hijos y no poseo trabajo, nunca hice esto hasta hace unos meses. Con el trueque la gente vive".
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