Luis Castro
Arrollador, explosivo, contundente, ordenado. Los adjetivos podrían sumarse para definir a este Newell's de Juan Manuel Llop y no serían para nada descabellados. Porque el equipo debutó en el Apertura funcionando con una sincronía tal que motivó innumerables elogios de propios y extraños. Merecidos, porque los rojinegros desplegaron sobre el verde césped del estadio de Banfield un juego táctico que rozó lo excelente. Y que si logra repetirlo seguramente llegarán más alegrías que tristezas. "Newell's es una máquina", se repetía una y otra vez por el Parque. "Newell's no jugó contra nadie", decían los más pesimistas minimizando la goleada. Y la duda sobre si el Taladro fue una medida justa para los rojinegros se instaló casi por inercia. Más allá de lo endeble y las enormes ventajas que otorgó el Taladro, lo destacable es el rendimiento que desplegó este Newell's versión Chocho. La presión ejercida desde el arranque en todos los sectores de la cancha hizo que el rival perdiera la conducción que intentó plasmar. Una vez que tuvo la pelota en su poder, la lepra condujo los destinos del partido de la mano de Rodríguez (una de las figuras junto a Pavlovich), Saldaña y compañía. El ahogo impuesto sobre el local hizo perder la cabeza de un conjunto que aún parece no haber reaccionado que está en primera división. Y así, las llegadas se sucedieron una tras otras y los goles tan pedidos aparecieron por doquier. Catorce fueron las situaciones de riesgo hilvanadas por la lepra contra tan sólo dos para el hasta el domingo imbatible conjunto de Ramón Ponce (perdió después de 22 encuentros). Una diferencia abismal en un fútbol tan equilibrado como el argentino. Claro que lo hecho por Newell's en el sur bonaerense sorprendió. "Hicimos un partido similar a los realizados en los amistosos", opinaba, en contrario, el Chocho. Lo cierto es que en los ensayos previos al arranque del campeonato el equipo había insinuado un buen funcionamiento en algunos cotejos, pero nunca de tal magnitud como la del domingo. Newell's puso quinta y tuvo un arranque matador. La pregunta ahora es: ¿podrá mantener ese rendimiento? Dicen que no es tan difícil alcanzarlo, sino mantenerlo. Y en una Argentina con un alto riesgo país, con mala imagen y que no puede tener crédito, Newell's los consiguió. Ahora será cuestión de conservarlos.
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