Domingo Celsi
El debut de Central Córdoba en esta nueva edición del torneo de Primera B Nacional dejó varios puntos para el análisis. Si bien todavía es demasiado apresurado abrir un juicio definitivo sobre el equipo de Tablada, la actuación en Mendoza tuvo varios argumentos importantes de cara al futuro. En una cancha difícil y frente a un equipo con nombres importantes para la categoría, los del Gordo Palma no se achicaron, y si bien casi regalaron el primer tiempo, cuando se decidieron a buscar el arco rival dieron claras muestras de que están en condiciones de sorprender al más pintado. Una de las dudas de este equipo antes del comienzo era la defensa, ya que sufrió algunas variantes con respecto a la temporada anterior y muchos se preguntaban como iban a funcionar Claudio Emmert y Fabián Aranzadi, dos debutantes con la camiseta charrúa en la tarde del domingo. En el primer tiempo tuvieron bastantes problemas con el juego aéreo que proponía Independiente Rivadavia, pero después del empate del Pato Santa Cruz los fueron solucionando y terminaron siendo muy importantes para devolver los centros que llovían sobre el área de los de Tablada, que además tuvieron nuevamente en Fabián Cancelarich al arquero que en el último torneo se convirtió en uno de los máximos responsables de la excelente campaña que les permitió ingresar en el reducido. En el mediocampo volvió a destacarse Maximiliano Santa Cruz, con su despliegue habitual y además dándose el gusto de marcar otro tanto con la casaca de toda su vida. El resto de los volantes alternó buenas y malas, aunque sin escaparle a la obligación de pelear cada pelota. El Tele Medina y el uruguayo Zaballa no tuvieron demasiadas ocasiones para hacerse del balón, pero igual se las ingeniaron para que los de la última línea mendocina tuvieran el trabajo suficiente para no poder irse tan seguido al ataque. La parada era difícil, los hinchas de Independiente estaban ilusionados por lo que a priori sugería un equipo de nombres que conocen la división y algunos con pasado de primera. Sin embargo, fiel a su estilo, Palma volvió a demostrar que sus equipos saben adaptarse a cada circunstancia, en procura de lograr el mejor resultado posible. Córdoba empezó mejor de lo que podía esperarse, sobre todo si toma en cuenta que hasta hace muy poco no tenía cuerpo técnico ni jugadores, pero de a poco la cosa se fue dando vuelta y ahora va en la búsqueda del equilibrio que le permita alcanzar el objetivo: la permanencia.
| |