Año CXXXIV
 Nº 49.214
Rosario,
lunes  20 de
agosto de 2001
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"Creo que lo asaltaron y lo mataron", dijo el hermano de Gabriel Pellado
Buscan sin éxito por tierra y agua a un empresario bonaerense
Desapareció misteriosamente la noche del jueves. El auto en el cual se movilizaba fue hallado abandonado y con manchas de sangre en Villa Gobernador Gálvez

"Creo que lo asaltaron y después lo mataron". Esa es la hipótesis que ayer sostenía Marcelo Pellado, el hermano del empresario bonaerense desaparecido misteriosamente en esta ciudad la noche del jueves pasado y que hasta el cierre de esta edición no había podido ser localizado. Ayer, agentes de diferentes reparticiones de la Unidad Regional II rastrillaron por tierra y agua una amplia zona comprendida entre Villa Gobernador Gálvez y Alvear sin encontrar pista alguna (ver aparte). En tanto, los investigadores cuentan hasta ahora con una sola certeza: el hallazgo en la zona ribereña de Villa Gobernador Gálvez del auto del empresario, un Honda Accord que tenía manchas de sangre en su interior y estaba parcialmente saqueado.
La investigación del misterioso caso se inició la tarde del viernes, luego de que una denuncia por averiguación de paradero llegara a la Jefatura de la Unidad Regional II desde la Dirección Departamental de Investigaciones de la ciudad de Quilmes. En el pedido de colaboración policial se sostenía que Gabriel Ernesto Pellado, de 36 años y residente en aquella localidad bonaerense, se había comunicado con su esposa desde Rosario la noche del jueves y había anunciado su regreso a la casa familiar para la mañana del viernes. Pero el hombre jamás retornó.
Pellado está casado y tiene dos hijos, un nene de 9 años y una nena de 7. Dieciocho años atrás, junto a sus dos hermanos y su padre ya fallecido, conformó la empresa Nutrientes, que se dedica a la producción, venta y exportación de sueros vacunos.
Por razones comerciales vinculadas a esa empresa, el jueves pasado el comerciante había llegado a Rosario, donde viajaba habitualmente desde hace unos 12 años. Lo hizo proveniente de la ciudad cordobesa de Río Cuarto, donde también tenía vinculaciones comerciales.
Poco después de las 21 de ese día salió a cenar con un amigo rosarino con el que concurrió a un restaurante de la zona norte, en inmediaciones del estadio de Rosario Central. Desde allí, mediante un teléfono celular, se comunicó con su mujer y le anunció que la mañana del viernes, tras visitar un frigorífico local, volvería a su casa. Alrededor de las 23 dejó la mesa del restaurante y se despidió de su amigo para volver al hotel Benidorm, donde se alojaba cada vez que llegaba a Rosario, en San Juan al 1000. Jamás se lo volvió a ver. Lo que sé es que "estaba cansado, aunque de excelente humor", dijo su hermano al conversar ayer con La Capital.

Presunciones
Ayer a la tarde, Marcelo estaba desconcertado por la desaparición de su hermano, aunque ya tenía una presunción. "Creo que lo asaltaron y después lo mataron". A su vez el comerciante descartaba otras hipótesis. "Si lo asesinaron no fue por una venganza porque es un tipo excelente y no hay nada raro en su vida", aunque enseguida aclaró que la posibilidad que manejan los investigadores de un ajuste de cuentas podría tener algún sustento: "existen cosas de su vida privada que no conozco", reconoció.
Pero Marcelo aportó un dato que convierte al suceso en misterioso y desvanecería en cierta medida la hipótesis de que Pellado haya sufrido un asalto. "Sólo tenía 20 pesos en el bolsillo, porque nunca llevaba mucho dinero ni cheques", dijo.
El hermano de Pellado sostuvo que la firma Nutrientes no atravesaba grandes dificultades económicas. "Tenemos problemas financieros como todas las empresas del país y a veces nos atrasamos en el pago de los sueldos", comentó.
En el marco de la investigación que se montó para dar con Pellado, el sábado a la mañana efectivos del Comando Radioeléctrico de Villa Gobernador Gálvez encontraron el Honda Accord del empresario en un inhóspito paraje ribereño que se levanta detrás del Frigorífico Paladini, entre el barrio La Esperanza y el balneario Vigil.
Lo primero que llamó la atención de los investigadores es que el auto presentaba algunas manchas de sangre en el asiento trasero. Además, le faltaban las dos ruedas del lateral derecho, no tenía la chapa patente y el baúl estaba entreabierto. "NO había ninguna documentación ni el maletín que el empresario solía llevar con él", aseguraron voceros de la pesquisa. La policía presume que el coche habría sido llevado hasta ese lugar cerca de la 1 de la madrugada del viernes. El dato se los brindó a los investigadores un testigo que "vio llegar el auto a esa hora y que del vehículo bajaba una sola persona".



Los rastrillajes cubrieron 12 hectáreas.
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