Una muestra más de que la situación del país es cada día más complicada se refleja en los datos obtenidos el mes pasado en base al índice de confianza del consumidor (ICC). En Rosario, ese indicador continuó descendiendo en julio, con una caída de 0,94 puntos, aproximadamente un 3% con respecto al mes anterior. Luego de haber mostrado una considerable recuperación en la medición de marzo de este año, julio constituye el cuarto período mensual de caída consecutiva, acumulando una pérdida de confianza cercana al 18%, desde el nombramiento de Domingo Cavallo al frente del Ministerio de Economía. Aunque no esperan que las cosas mejoren en el corto plazo, lo curiosos es que los consultados se muestran muy pesimistas al evaluar la situación de acá a tres años. El estudio que todos los meses realiza el Instituto de Investigaciones de la Fundación Libertad permite determinar que, como en las últimas mediciones, el indicador de julio (30,92 puntos) representa el deterioro de la confianza de los mercados financieros (reflejado en el fuerte aumento del riesgo país), así como los recurrentes conflictos políticos internos, la percepción de una prolongación de la recesión y la fuerte aversión del mercado a tomar deuda argentina. En Rosario, además, el panorama se agrava en el marco de una creciente desocupación que le hizo ganar a la ciudad el título de la segunda del país en número de desempleados. La caída del ICC se compone de diferentes variaciones en los subíndices que lo componen. Cabe destacar que la caída más importante se puede observar en las expectativas de los consumidores al evaluar la situación macroeconómica del país a tres años. Es que se hace tan difícil prever que pasará en breve que nadie se atreve a evaluar el futuro. El descenso, con respecto al mes anterior, alcanza al 4,81% denotando el pesimismo de los rosarinos en el futuro de la economía a mediano plazo. Así, mientras que en junio el 36,9% de los consultados manifestaban que la economía mejoraría para el 2004, actualmente la percepción positiva se ubica en el 31,20%; una caída que puede ser interpretada como un consenso en torno a la prolongación de la recesión. El impacto sobre las expectativas a corto plazo de los rosarinos fue menor, pero no menos importante, ya que el subíndice cayó un 3,5%. En este caso, el porcentaje de rosarinos que espera que la situación económica mejore para el próximo año cayó del 19,2% al 18,1%, mientras que la proporción que espera un empeoramiento se mantuvo en torno al 40%. Tanto uno como otro subíndice confirman que los consumidores locales están previendo un retraso en la recuperación de la economía nacional a tono con el pesimismo de los empresarios y con la falta de definiciones a nivel nacional respecto a la marcha de la economía. El subíndice que evalúa la disposición a comprar electrodomésticos mostró una caída del 1,41%, debido a un incremento en la proporción de rosarinos que sostuvo que no es un buen momento para efectuar este tipo compras (58,7% de los consultados). Por último, el subíndice que mide la predisposición a comprar casas y automóviles experimentó una contracción del 1,23%. La proporción de consumidores que sostuvo que es un buen momento para adquirir este tipo de bienes se ubicó en el 5,30%, convirtiéndose en el guarismo con menor número de respuestas.
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