El gobierno de Chile comunicó en forma oficial a la UTE integrada por las empresas Tecnicagua y Andesmar la declaración de interés público de la iniciativa privada denominada Proyecto Ecocargas, Ferrocarril Trasandino Central. Esta declaración, cuyo resultado le fue informado al grupo empresario el 13 de agosto pasado, es trascendente para que avance el proyecto encabezado por el grupo mendocino, que prevé volver a poner en marcha un sistema ferroviario que una los puertos de Chile con el puerto argentino de Rosario, conformando un corredor bioceánico. Esta propuesta fue solicitada en numerosas oportunidades, el marco del crecimiento y desarrollo del Mercosur, por empresarios que operan desde el Pacífico hacia el Atlántico.
Según explicó a Diario Uno el ingeniero Carlos De Jong, responsable del proyecto, a partir de esta declaración la empresa tendrá un plazo de un año para entregar el proyecto definitivo para el llamado a licitación internacional, en la cual la UTE encabezada por la Tecnicagua y Andesmar, se aseguró la prioridad.
Los trabajos para presentar el proyecto definitivo incluyen estudios sobre el estado de las vías, evaluaciones sobre el tipo de trenes necesarios para el mejor funcionamiento y estudios de demanda globalizada y el detalle de la demanda regional.
El proyecto original prevé que, en pleno funcionamiento, se puedan despachar 16 trenes diarios con una capacidad total de cargas de 3.250.000 toneladas. Esta cantidad equivale a 2,5 veces la carga actual transportada por camiones a través del túnel Cristo Redentor.
En este punto, una de las condiciones que el oferente deberá garantizar es la operatividad del 100% del tren en todas las temporadas, a efectos de solucionar los problemas que causan las tormentas de nieve en la época invernal, un verdadero caos para quienes transportan durante todo el año.
Si todos los pasos se cumplen adecuadamente, se podría estar licitando en el año 2002 para ponerlo en marcha en el año 2003. Si se dan estos tiempos, podría esperarse que para el año 2004 esté corriendo nuevamente el Tren Trasandino, luego de 27 años de su último viaje. En tal sentido, ya se puso en marcha el operativo para concretar el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo.
Otro de los atractivos, es la posibilidad de conectar con el puerto de la ciudad de Rosario. Esto es posible porque el ex Ferrocarril Belgrano es el único que tiene una terminal portuaria, y es precisamente en el puerto de la ciudad santafesina. De esta manera se constituiría un verdadero corredor bioceánico ferroviario, con la consiguiente economía de costos directos de transporte y tiempos.
Los pasos que siguen
El gobierno de Mendoza dio su aval ante la Cancillería Argentina, la cual aseguró a su par de Chile el compromiso de repetir la misma declaración de interés.
Los próximos pasos de los directivos de las empresas serán muy importantes. En principio, está previsto entrevistar al Canciller argentino en la embajada argentina en Santiago de Chile la semana próxima, cuando Adalberto Rodríguez Giavarini viaje a ese país acompañando al presidente De la Rúa. Asimismo, el próximo 28 de agosto se entrevistarán con el presidente del BID, Enrique Iglesias, para concretar el pedido de financiamiento.
Los costos
El proyecto Ecocargas implica una inversión global de 220 millones de dólares, de los cuales las obras de infraestructura se llevan 110 millones. En este rubro se incluye la reposición de vías, la construcción del desvío necesario para sortear la presa de Potrerillos (este rubro solo se lleva más del 25% de la inversión en infraestructura), así como la reconstrucción de las vías del lado chileno. Este monto incluye la construcción de dos estaciones multimodales de carga, una Mendoza y otra en Chile.
Por otra parte, se prevé una inversión de 95 millones en material rodante, incluyendo las locomotoras, mientras que los gastos administrativos y el proyecto ejecutivo se llevarán otros 14 millones de pesos.
Es importante destacar que los gobiernos de Chile y Argentina no deberán afrontar ninguna inversión, que estará a cargo de los privados, los cuales repagarán su inversión por cobro de peajes.