Año CXXXIV
 Nº 49.214
Rosario,
lunes  20 de
agosto de 2001
Min 4º
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cartas
Primero la trampa y luego la ley

Hubo un político que sabía mucho y dijo: "Dentro de la ley todo, fuera de ella nada". Y muchos gobernantes cuando asumen el poder se aferran a ello. Esto me trae a la memoria cuando siendo un niño vivía en un barrio donde había terrenos baldíos y en el que habitaban pudientes y no pudientes. El hijo del doctor o del farmacéutico aparecía algunas tardes con una pelota de goma o de cuero y nos reuníamos todos a su alrededor. El dueño del esférico nos decía "yo voy arriba", fulano y zutano abajo y aquel otro al arco. Si no acatábamos esas órdenes se iba con la pelota; y así aprendí cómo se forjan las leyes. El que tiene el poder económico o los bienes los impone en su beneficio. "Dentro de mi ley todo, fuera me voy". Los gobernantes de todos los tiempos han hecho eso y voy a poner sólo dos ejemplos. Cuando se creó la ley 9.688, de accidentes del trabajo, todos creyeron que era en beneficio de los trabajadores pero la verdad fue que las compañías de seguros ya no ganaban lo suficiente con los seguros de incendio y de vida y necesitaban un rubro más para su beneficio. El otro ejemplo fue la ley provincial 5.110 de pensión a la vejez que otorgaba una cantidad a personas que habían trabajado y no tenían cajas de jubilaciones. Pero la verdad fue que el gobierno tenía que colocar y emplear a muchos correligionarios y con esta caja los ubicó a todos. Hay un dicho popular: "Hecha la ley, hecha la trampa", pero nuestros gobernantes hacen primero la trampa y luego la ley y la usan como arma contra los que no están de acuerdo o los que protestan.
Eduardo Rodríguez Bonel


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