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En una mano Corán, en la otra bomba

Con el atentado ocurrido en Jerusalén y los palestinos festejándolo, creo que no quedan dudas sobre quiénes no quieren la paz en la región. Algunos periodistas, incluyendo la CNN, compararon al ejército israelí con los nazis. El pueblo palestino estuvo años poniendo a sus hijos como escudos humanos para ganar el favor de la prensa y así quedar como víctimas frente al mundo. Estos niños que murieron en la pizzería estaban pasando un momento agradable junto a sus padres. Los países árabes tienen ejércitos de niños donde los adoctrinan, para inmolarse. Son los hombres bomba que tan tranquilamente y sin temor se suicidan. Están adoctrinados con la pedagogía del odio que les inculcan. En una mano el Corán, en la otra una bomba. Acá también vivimos el horror, el 18 de julio de 1994, cuando estalló la Amia. Todavía los asesinos están libres y sin posibilidad de ser detenidos y juzgados.
Susana Knobel