Talleres tuvo dos minutos fatales, entre los 34 y los 36 del primer tiempo, y el River de Ramón Díaz reaccionó hasta imponerse con comodidad 3 a 1 en el estadio Olímpico. El desempeño del juez fue decisivo, porque fue terminante con Roth, pero se lo vio tolerante con el defensor de River Ricardo Rojas, quien estaba amonestado y cometió otras faltas fuertes. El partido empezó con un remate desde afuera del área de Cardetti, que rechazó Cuenca en forma frontal y que Guillermo Pereyra cabeceó sobre el travesaño. Pronto se observó que River era generador de peligro adelante, pero quedaba tremendamente desorganizado en el fondo. A River lo acompañaron unos 10 mil simpatizantes, bastante menos de lo que se esperaba por la reaparición de Ramón Díaz al comando del equipo, con la conducción de Cambiasso y el regreso de Angel Comizzo. En cambio fueron 25 mil los cordobeses que apoyaron a los dirigidos por Gareca, que tan bien arrancaron con ese gol prematuro, por la acción que preparó Pablo Cuba y la definición de La Paglia, antes de que Comizzo lograrla bloquearle el acceso. Talleres salió a buscar el partido desde el vamos y se lo vio muy concentrado y con esa conquista del jugador que llegó de Boca terminó de serenarse. River por entonces era mezquino y estaba a la espera de algún encuentro de Cambiasso con D'Alessandro o un pase largo para Cardetti. Luego del túnel a Víctor Sotomayor y el remate cruzado de Cardetti que sirvió para el empate, se llegó así al momento crítico para Talleres, el de la lesión de Humoller y la roja drástica para Roth. Así pareció que empezó otro cotejo, porque Talleres se quedó sin su dibujo tan efectivo. Sobre el final del primer tiempo River definió el cotejo por la mala salida de Cuenca y el cabezazo certero de Ayala y por la maniobra de D'Alessandro sobre la derecha que derivó en la entrada triunfal de Cardetti, a pesar de que Sebastián Carrizo lo golpeó en el tobillo izquierdo y le provocó un esguince que lo dejó fuera de la segunda parte. En el segundo capítulo ocurrió lo esperado. Talleres salió a la desesperada y River trató de golear de contraataque, de la mano de un Maximiliano López fresco. Al principio el juvenil quedó bastante aislado, pero después llegó con mayor claridad y autoridad. Talleres empezó bien, pero después fue incapaz de solucionar los problemas que se le presentaron. Ramón Díaz se lleva de Córdoba un triunfo y deberes para la semana, ya que tendrá que corregir dificultades en la defensa.
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