El temporal que tuvo a maltraer a Rosario por tercer día consecutivo contrasta nítidamente con el panorama despejado que tiene el técnico Juan Manuel Llop para el debut de Newell's en el torneo Apertura ante Banfield, previsto para mañana a las 15.30 (con el arbitraje de Gustavo Bassi) en el sur del Gran Buenos Aires. Ayer, tal como lo había prometido a principio de semana, se encargó de confirmar el equipo con el que hará sus primeras armas en el fútbol argentino detrás de la línea de cal. Y los designados no escaparon a las previsiones: Palos; Ruiz, Domínguez, Crosa y Dueña; Saldaña, Ponzio, Grabinski y Rodríguez; Rosales y Pavlovich. En realidad, el Chocho tenía todo definido desde hace bastante, pero en estos últimos días se encargó de instalar una duda. "Cuando hablé de una duda, no tenía que ver ni con Grabinski ni con Sánchez", dijo ayer el técnico desorientando a propios y extraños, tras la práctica pasada por agua que realizó el plantel en la cancha 4 de Bella Vista. Y más tarde, cuando se subía al micro que trasladaba al plantel a la concentración de Ricardone, sonriendo dijo que "el médico me dijo que un jugador que estaba lesionado podía jugar". Pese a su esfuerzo, casi nadie le creyó. Hablando de lo estrictamente futbolístico, y pese al incesante temporal de lluvia, el plantel realizó ayer trabajos específicos con pelota durante una hora y media, que consistieron en tiros libres y centros, tanto en el aspecto defensivo como ofensivo. En lo que tiene que ver con el rival de mañana, el técnico argumentó que "es un equipo que lleva 23 partidos invictos y por algo debe ser, ha incorporado buenos jugadores, tienen un tiempo prudencial de trabajo, es un rival de cuidado". Respecto de la expectativa que tiene el hincha rojinegro, que quedó demostrada en el último amistoso con Colón al que asistieron 6.000 hinchas, el Chocho pidió que "la gente mantenga la ilusión, que el equipo va a tratar de darle todo y que hemos trabajado como para que confíe en el grupo durante esta temporada".
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