Margery Friesner
Washington. - La "inercia" de EEUU en la cuestión planteada en Medio Oriente corre el riesgo de terminar reforzando la posición de los extremistas en los países árabes moderados, advirtió ayer un asesor egipcio. La advertencia fue lanzada en Washington por Osama el-Baz, consejero de Seguridad Nacional del presidente egipcio Hosni Mubarak, de visita en EEUU, para una serie de conversaciones con el secretario de Estado, Colin Powell, la consejera de Seguridad Nacional Condoleezza Rice y el director de la CIA George Tenet. El-Baz alentó a la administración del presidente George W. Bush a pasar a la acción y enviar observadores a la región como disuasivo de la violencia. Ante la presencia de los norteamericanos, dijo, los responsables de atentados "lo pensarán dos veces antes de atacar". Según los responsables de política exterior egipcia, la política norteamericana de "asistir pero no insistir" es insuficiente, refiriéndose a la expresión acuñada por Powell para describir la disponibilidad a ayudar, pero no presionar sobre las partes para que regresen a la mesa de las negociaciones. La "inacción" norteamericana podría debilitar a los moderados no sólo en el mundo árabe, sino en Israel, prosiguió al Baz. "Se trata de una iniciativa -subrayó- mucho más grave que el aparente temor de la administración de comprometer el propio prestigio con una iniciativa de paz". Al encontrarse con la prensa, el-Baz suavizó la acusación: "No estoy diciendo que EEUU no esté haciendo nada -dijo-, pero se limitaron a esfuerzos diplomáticos". George W. Bush llamó por teléfono al primer ministro israelí Ariel Sharon y los dos líderes estuvieron de acuerdo "sobre la necesidad de evitar una escalada de violencia en Medio Oriente". Además ratificaron su apoyo al informe Mitchell y al cese del fuego mediado por George Tenet, el jefe de la CIA, pero la tregua que entró en vigor el 13 de junio resultó, sin embargo, letra muerta. En Nueva York el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió a puertas cerradas para examinar el pedido de los países islámicos para un debate público sobre la violencia en Medio oriente "a la luz de recientes acciones israelíes". El debate debe desarrollarse la semana próxima. Según el ministro de Relaciones exteriores israelí, Shimon Peres, dadas las provocaciones, su país "fue excepcionalmente moderado en sus respuestas". En una entrevista a la NBC, Peres además excluyó una "preocupación" de los Territorios que pasaron a manos palestinas.
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