La pregunta es: ¿los alimentos tienen realmente los componentes que figuran en el envase? "No siempre", es la respuesta de los entendidos. El ejemplo más reciente es que el gobierno nacional retiró anteayer de las góndolas las salchichas sin piel y las de copetín de la empresa Sadia porque no contenían todos los ingredientes declarados por la firma. En Rosario, "los dos productos se desplazaron del mercado hasta tanto llegue una notificación a nivel nacional donde se informe si se pueden seguir vendiendo o no".
En las etiquetas de estas dos clases de salchichas figuraban como componentes carne de cerdo, de vaca y tocino. Sin embargo, a través de un análisis realizado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), se detectó que "no contenían el 38,7 por ciento de carne bovina declarado en las salchichas sin piel, ni el 29,5 por ciento en las de copetín".
El gobierno las sacó de circulación porque con el incumplimiento se cometió una infracción al reglamento de inspecciones de productos, subproductos y derivados de origen animal y porque se afectaron los derechos establecidos en las leyes de Defensa del Consumidor y de Lealtad comercial.
Desde el Senasa aseguraron que "los productos de origen animal son controlados diaria y permanentemente hasta la salida del frigorífico. Mientras que el control de los supermercados se encuentran bajo el área bromatológica de cada uno de los municipios. No obstante, el Senasa puede actuar ante denuncias de terceros".
Ya que la empresa involucrada es brasileña, desde el organismo aclararon que "los productos importados son controlados mediante un plan específico, que se realiza en base a un monitoreo cuando los alimentos ingresan al país".
Lejos de las góndolas
El organismo municipal encargado de controlar los productos es el Instituto del Alimento. Su director, Marcos Monteverde, subrayó: "Todavía no tenemos una confirmación del Instituto Nacional del Alimento de prohibir estos productos. Igualmente, a manera de prevención se sacaron del mercado". Monteverde no olvidó remarcar que "en Rosario se hacen 2.500 auditorías mensuales con el fin de garantizar la calidad de los productos del mercado".
Mirar las etiquetas de los productos detenidamente no siempre garantiza la calidad del contenido. Por lo menos así lo manifestó el director local de la Liga de Acción del Consumidor (Adelco), Néstor Cardinali. "Es difícil saber qué componentes tiene cada producto, porque casi ninguna empresa revela el secreto de su alimento. Firmas importantes como Coca Cola supuestamente tienen que declarar la fórmula, pero no lo hacen", sostuvo.
El coordinador técnico de Adelco a nivel nacional, Guillermo Zucal, fue más cauteloso: "De acuerdo a los análisis que hicimos en los últimos años, por lo general los ingredientes obtenidos en el examen son los mismos que figuran en el envase. Sólo un 10 por ciento de los productos tiene alguna irregularidad".
Sin embargo, Cardinali aseguró que a través de "los estudios es difícil identificar si hay algún agregado que no aparece en la etiqueta. Cuando hacemos análisis buscamos un determinado componente, no es que lo ponemos en una máquina y nos dice qué tiene el producto. Por ejemplo, si una empresa declara que un alimento tiene tales componentes, pero no dice que tiene miel, si yo no busco la miel no me entero".