Desde la intervención del Pami central se confirmó ayer a La Capital que habrá un proceso de restructuración en los policlínicos propios de Rosario. El proyecto consiste en "achicar los Pami I y II a través de la reducción de personal y el traspaso a manos privadas de algunos servicios", aunque "no habrá despidos", según se aclaró. La idea es trasladar a parte de los empleados a la Asociación de Obras Sociales (Ados) de la que depende el sanatorio Julio Corzo, que atendería a los afiliados. La versión ya circuló en la ciudad y motivó el alerta en los gremios que nuclean a los agentes oficiales. La obra social ya ajustó en un 13 por ciento los salarios de la planta permanente, en un 30% al los de los contratados y unos puntos más al de los jerárquicos. El plan de tercerización de los servicios de los policlínicos forma parte de un proyecto integral destinado a achicar el gasto en el Pami. El ajuste en la seguridad social es una de las cuentas pendientes que tiene el gobierno nacional para conseguir la ayuda adicional del Fondo Monetario Internacional con el fin de hacer frente a la crisis financiera. La propuesta del Ejecutivo no es nueva. Ya circuló tiempo atrás una idea muy similar, pero no se había avanzado todavía. Ahora tomó forma en un proyecto de cuatro ejes que incluye reformas administrativas, nuevos contratos con los prestadores, renegociación de deudas financieras, y cambios en la gestión de los dos policlínicos propios. La propuesta para Rosario es tercerizar los servicios de los Pami I y II, algo que hoy ya se hace con la alta complejidad. Y allí entraría en escena el sanatorio Julio Corzo, aunque, según las partes, no hubo avances concretos. La idea es traspasar los empleados del Pami a la órbita de la Ados. Pero en eso reside el principal escollo: el sanatorio no está dispuesto a abonar los mismos sueldos que la obra social de los jubilados paga. La información fue publicada ayer por un matutino porteño y ratificada durante la tarde a La Capital por uno de los dos subinterventores de Pami central, quien aclaró que "no habrá despidos". No obstante, la versión trajo intranquilidad al personal en Rosario. Hoy habrá una asamblea en la sede de la delegación novena, San Lorenzo al 900, para diseñar un plan de acción. Para Claudia Indiviglia, delegada de ATE-Pami, el plan busca terminar en forma definitiva con los policlínicos y "privatizar" los servicios. "Quieren cerrar el Pami I y al Pami II les bastará con dejar de pagar el alquiler del edificio", agregó. Y luego advirtió: "Los gremios darán pelea". En sede central, a la unidad administradora de los policlínicos (Uppri) y a ambos centros de salud se los ve como estructuras cargadas de personal y poco eficientes. Según su actual interventor, Luis Fernández Risso, quien dijo no estar enterado de ningún cambio pero admitió que "podría ser cierto", el presupuesto del organismo es de unos 40 millones de pesos al año cuando el del Pami total es de 2.300 millones. La estructura de Rosario atiende 88.500 jubilados y recibe una cápita de 36 pesos pero sobre 82.600 afiliados. Cuenta con 1.300 empleados, 420 son contratados y el resto de planta permanente. Todos ganan más de 500 pesos y serán afectados por los recortes salariales. Mientras se debate el futuro de los nosocomios, las autoridades también están preocupadas por el pago a los prestadores. Reconocen que hay atrasos que resienten la calidad de las prestaciones.
|  Desde el sector gremial se teme por el dudoso futuro. |  | Ampliar Foto |  |  |
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