Todos son elogios, pero la plata no aparece. Y los mercados se ponen nerviosos. La misión argentina que negocia en Washington una ayuda adicional del Fondo Monetario Internacional (FMI) para hacer frente a la crisis financiera recogió un nuevo respaldo del gobierno estadounidense, esta vez de boca del principal vocero del Departamento de Estado. Pero las definiciones sobre el salvataje se demoran y por ello la Bolsa bajó 3,12% y el riesgo país subió a 1.502 puntos.
El ministro de Economía, Domingo Cavallo, aseguró en Buenos Aires que "las negociaciones llevan tiempo y no se sabe cuándo concluirán". Su segundo, Daniel Marx, y el secretario de Política Económica, Federico Sturzenegger, seguirán en Estados Unidos participando de las conversaciones con autoridades del Fondo "al menos durante toda la semana", mientras que el resto de la delegación volverá al país.
Marx mantuvo ayer una reunión de casi dos horas con el director gerente del FMI, Horst Köhler, quien luego se comunicó con autoridades de los países miembros del G-7, que nuclea a las naciones más poderosas del mundo, para sondear el consenso en torno de la asistencia a la Argentina.
"Estamos progresando con el fin de fortalecer el programa vigente, el sistema financiero y el régimen de convertibilidad", dijo escuetamente Marx.
Amigos y aliados pero sin plata
En el quinto día de permanencia en la capital estadounidense, la misión argentina se reunió también con el subsecretario para Asuntos Económicos y Comerciales del Departamento de Estado norteamericano, Tony Wayne. Como resultado de esa visita, los argentinos se llevaron una declaración de apoyo. "Argentina es un amigo y un aliado y queremos que tenga éxito", se escuchó de la boca de Charles Hunter, vocero de esa dependencia estadounidense.
El hombre de la Casa Blanca fue más allá en sus expresiones y dijo: "Alabamos su resolución para hacer los difíciles pero necesarios ajustes en su economía que ayudarán a restaurar el crecimiento".
Otro vocero del departamento, Philip Reeker, indicó que hay "una expresión general en Estados Unidos de apoyo a la Argentina". Pero no dio pistas sobre si su país respaldará la aprobación de una asistencia financiera para Argentina. Se limitó a pasarle la pelota al Departamento del Tesoro que, dijo, "está evaluando la situación".
Ante la falta de información durante el transcurso de la tarde y la ausencia de los detalles de la reunión entre Marx y Köhler, el mercado porteño potenció su incertidumbre, lo que se reflejó en una nueva depreciación de los títulos de deuda.
El gobierno busca entre 6 mil y 9 millones de dólares en nuevos créditos para fortalecer las reservas, que cayeron más de un 27% entre el 29 de junio y el 10 de agosto. Para lograr el salvataje, es vital el apoyo de Estados Unidos, el país con mayor decisión en el FMI.
En ese sentido, los contactos que mantuvo Köhler con los líderes de Japón, Italia, Canadá, Gran Bretaña, Francia y Alemania fueron el preanuncio de que la discusión está en su etapa de definiciones.
Hasta ayer, las negociaciones de Argentina se habrían llevado a cabo con Fischer, el segundo hombre del FMI quien está a punto de retirarse del organismo. El diario "The Wall Street Journal" publicó ayer que Fischer no quiere terminar su larga carrera con una moratoria en Argentina , por lo cual apoya los nuevos créditos.
Köhler tiene una posición más dura, dijo el diario, que señaló que el mayor reto de Cavallo es convencer a Estados Unidos de que los nuevos fondos serán bien utilizados y que no habrá más peticiones de ayuda.
La decisión final es materia de debate en el equipo económico de Bush, encabezado por el secretario del Tesoro, Paul O'Neill, el asesor Larry Lindsey y la asesora de seguridad nacional, Condoleezza Rice.
Por otro lado, el Departamento de Estado se ha encargado de canalizar las preocupaciones de otras naciones sobre el impacto dañino que tendría un colapso financiero en Argentina.
Un conocido crítico del FMI que asesora al gobierno republicano, Allan Meltzer, dijo que Bush estará cometiendo un "gran error" si decide apoyar nuevos créditos para Argentina porque la moratoria ya es un hecho para el mercado. "Lo digo porque parece que todo el mundo ya ha descontado en el precio de los bonos una moratoria argentina, no tiene sentido dar la aparencia de un rescate y luego tener que volver a pasar por esto en seis meses más", dijo.
Desde Buenos Aires, Cavallo advirtió que los que retrasan el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional son sectores que pretenden "convertir a la Argentina en conejillo de indias" para realizar "experimentos monetarios" que incluyen como alternativa la devaluación y la cesación de pagos.