Tanto Bressa como Della Siega afirmaron que "la problemática de la salud reproductiva -según expresa muy atinadamente un informe del Centro de Estudios de Estado y Sociedad- está profundamente marcada por desigualdades de género, sociales y generacionales que trazan riesgos médico-sanitarios diferenciales y expresan la estructura de oportunidades que la sociedad y el Estado brindan a sus habitantes". Señalaron que es en los sectores más carenciados donde la fecundidad adolescente está creciendo de manera alarmante. El 80 por ciento de las niñas de 9 a 13 años ha tenido hijos con varones que las superan en al menos 10 años y el resto con varones que son al menos 20 años mayores que ellas. "Esto permite advertir la presencia de situaciones de abuso, violación e incesto", dijeron. Las funcionarias remarcaron que en la Cumbre Mundial de Población y Desarrollo realizada en El Cairo en 1994 se consideraron epidémicas las altas tasas de embarazo infantil y adolescente, lo que desembocó en un llamamiento a eliminar las barreras que impiden el acceso a la información y al cuidado de su salud reproductiva a los adolescentes. "No podemos negar la realidad y cerrar los ojos ante muertes cotidianas que podrían ser perfectamente evitadas. El diagnóstico está hecho, las causas son conocidas, los remedios están a nuestro alcance. Sólo es necesaria la decisión política y la continuidad de los programas", remarcaron.
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