Los planteles de Rosario Central, Vélez Sarsfield y San Lorenzo de Almagro, algunos de los más damnificados por la millonaria deuda de la dirigencia con los jugadores, sostuvieron el frustrado intento de prolongar el paro de actividades que postergó durante dos semanas los torneos de la primera división y la B Nacional.
Estos clubes, con el aval de Nueva Chicago y Talleres entre otros, sumaron el 40 por ciento de los votos y expusieron la necesidad de cobrar hasta el último peso antes de volver a prestar servicio.
Sin embargo, el pedido no tuvo eco en el resto de los afiliados, ya que al momento de la votación en la asamblea extraordinaria hubo una mayoría (60 por ciento) que se inclinó por la vuelta del fútbol.
"No estoy conforme, pero se decidió esto. Esperemos que sea lo mejor para todos", dijo el defensor de San Lorenzo Aldo Paredes, con sinceridad y un gesto adusto que reflejaba claramente su desacuerdo.
El capitán de Vélez, Sebastián Méndez, también admitió su disconformidad y se negó a hablar de la vuelta del fútbol hasta que la dirigencia no avale por escrito la propuesta de pago que acercó al gremio el pasado miércoles.
"Hoy se votó y se aceptó la propuesta pero ahora hay que esperar que se firmen los documentos con AFA, y si se dan todas las condiciones recién podremos hablar de la vuelta del fútbol", explicó el defensor. "Esto no es lo mejor pero no había otra salida", se consoló el Gallego velezano.
El delantero de Nueva Chicago Oscar Topo Gómez coincidió en que la aceptación de esa propuesta no es lo "ideal", pero aclaró que se hizo para favorecer a "los muchachos del ascenso", que son los que menos dinero perciben.
Por su parte, los jugadores que representaron a Newell's Old Boys se inclinaron por la vuelta del fútbol, en concordancia con la opinión de la mayoría de los futbolistas.
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La Ciudad
