Si el rock barrial es un invento argentino, entonces el pop barrial es un invento español. Esa sería una buena forma de definir a Estopa. El dúo de los hermanos Muñoz combina letras que hablan de la vida en la calle con una mezcla de rumba, flamenco, pop, rock y hasta hip hop. Los hits como "Tu calorro", "La raja de tu falda" y "Me falta el aliento" están marcados por ritmos fácilmente asimilables como la rumba y el flamenco, y son tan irresistibles como bailables. La rumba también aparece más escondida en temas como "Poquito a poco", "Suma y sigue" y la oscura "Exiliado en el lavabo". También hay baladas melancólicas (la soberbia "Tan solo"), tímidos flashes rockeros ("Como camarón" y "Cacho a cacho"), una rumba que se mezcla con bossa ("Bossanova") y otra que se combina con un intento de hip hop ("Estopa"). Los Estopa reconocen influencias de grupos poco conocidos en la Argentina, como los rumberos Los Chichos y los rockeros de Extremoduro, por eso su música suena original por estas pampas. Sin embargo, la gran diferencia, Estopa la hace con las letras. David Muñoz está considerado en España como un nuevo "poeta urbano". Sus canciones no cuentan nada más que historias de amor, también hablan de la vida en la calle, del sexo y del consumo de drogas. Eso es lo que separa a Estopa de compatriotas como Alejandro Sanz o Enrique Iglesias. El dúo está orgulloso de su origen barrial y trabajador, y a partir de ahí construye su actitud y su imagen. En "Poquito a poco" disparan: "Lo reconozco/ fumo porros a diario/ me fumo uno y es como poner la radio.../ las amarguras se vuelven amapolas/ y las tristezas me alegran la vida". "Exiliado en el lavabo" no se queda atrás: "La última raya de coca/ ensuciaba un espejo volcado/ y en el suelo gotas de sangre/ porque un grumo te ha cortado". Las historias de amor no son precisamente dulces ni simpáticas. "Estoy dormido sobre el colchón más guarro/ tirado en la calle/ cerca de tu barrio", cantan en "Tan solo". Lo extraño es cómo los Estopa lograron llegar a países donde no se comprende el lenguaje de su barrio, palabras como "calorro", "raja", "pasta" o "chichos". Y la única respuesta es la música, tan contagiosa como la de los Gypsy Kings o, en mejor caso, como los viejos hits de Los Rodríguez, el grupo que lideraba Andrés Calamaro.
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