Carolina Taffoni
En España los llaman "los héroes del barrio", pero las canciones de su primer disco traspasaron rápidamente las fronteras de su país. Estopa, el dúo que forman los hermanos José y David Muñoz, logró triunfar con una música y una imagen muy diferentes a la de sus compatriotas de éxito internacional, como Alejandro Sanz y Enrique Iglesias. Con hits como "Tu calorro" y "La raja de tu falda", mezcla de rumba y flamenco, Estopa llegó a vender en España un millón de copias de su álbum debut homónimo. En la Argentina, en plena época de crisis, el disco trepó los rankings y lleva vendidas más de 30 mil unidades. Su historia es la que sueña cualquier músico joven. De un día para el otro, los hermanos Muñoz dejaron la fábrica de accesorios de autos donde trabajaban para recorrer los escenarios más importantes de España. En charla con Escenario, el cantante David Muñoz habló de la meteórica carrera del grupo, de las etiquetas que les inventó la prensa, de las letras que se refieren sin rodeos al consumo de drogas, de la imprevista llegada del éxito y de lo incómoda que les resulta la posición de estrellas pop. -¿Cuál es el camino que lleva a dos trabajadores de una fábrica de autos a convertirse en el dúo más escuchado y vendedor de discos de España? -Es una buena pregunta, pero es muy sencillo. Nosotros mandamos una cinta a la discográfica BMG y ellos nos convocaron. Así grabamos nuestro disco debut. Tengo que admitir que tuvimos muchísima suerte. Jamás esperamos que nos pasara eso, estamos transitando un terreno totalmente desconocido. Nosotros logramos alcanzar el éxito sin buscarlo. -¿Reconocen influencias de los Rodríguez? -Nunca me lo habían dicho pero es un halago. Nos gustan mucho Los Rodríguez y toda la carrera de Andrés Calamaro. Nosotros escuchamos de todo, desde punk hasta rumba, pasando por el pop y el hip hop. El estilo de Estopa es muy ecléctico, cada canción tiene un género, hay hasta flamenco que se mezcla con hardcore. -¿Por qué en España los llaman "los héroes del barrio"? -No sé, ese es un invento, algo que salió en un artículo de "El País". Nosotros no somos los héroes de nada, en el barrio cada persona se representa a sí misma. -En temas como "Poquito a poco" y "Exiliado en el lavabo" ustedes hablan claramente del consumo de drogas. ¿Alguna vez tuvieron problemas con la censura o los acusaron de hacer apología? -No, para nada. Nosotros no hacemos apología del consumo. Nosotros contamos la historia de un amigo que está enganchado con la cocaína, y en "Poquito a poco" hablamos de otro amigo que fuma porros. Pero cada uno sabe lo que hace y nosotros no estamos acá para dar consejos, ni para decir que fumen o no fumen. Tampoco vamos a hacer campaña de nada. No pretendemos dar ningún mensaje con la música. Solamente contamos historias, y lo hacemos en un argot barrial, por eso algunas cosas no las entienden todos. -¿Se consideran estrellas pop españolas a la altura de Alejandro Sanz o Enrique Iglesias? -Nosotros no somos estrellas pop, no tenemos nada que ver con ellos. Yo me limito a componer canciones y a cantarlas, a contar historias lo más sinceras posibles, no queremos demostrar nada ni hacer canciones para que vendan. Nos incomoda muchísimo que nos pongan en la posición de estrellas pop. Yo soy el mismo de siempre, un trabajador. -¿El éxito no los cambió? -El éxito te puede cambiar la vida, no la personalidad. Lo que cambia es que ya no podés salir a tomar una cerveza con tus amigos, no te podés meter los dedos en la nariz (risas). Pero por lo demás tengo a mi mujer, mis amigos y mi familia, y hago una vida lo más normal posible. Si alguna vez esta carrera se convierte en un problema creo que lo mejor sería dejarla. -¿Si se termina volverían a trabajar en la fábrica? -Volveríamos sin problema. Queremos hacer una carrera lo más honrada posible, queremos cantar nuestras canciones y no ser los representantes de nada ni meternos en un producto de marketing. No se nos van a caer los anillos por volver a trabajar en la fábrica. -¿Tienen planeada una carrera internacional? -Eso será cosa de la compañía, pero a nosotros nos gusta tocar en diferentes lugares. Nos va muy bien en Brasil y en México. También tocamos en Los Angeles y Miami. En noviembre vamos a tocar en la Argentina, cuando saquemos nuestro segundo disco. El mes que viene empezamos a grabarlo. -Muchos jóvenes argentinos se están yendo a vivir a España porque acá no tienen trabajo. ¿Cómo ven ustedes ese fenómeno? -Estamos agradecidos de que quieran ir a vivir a España. En algún momento de nuestra vida todos somos inmigrantes. Y hay que tener una consideración especial con todos los que vienen. Nosotros también trabajamos con argentinos, que forman parte del equipo de gira del grupo. En España no sobra el trabajo, pero los que piensan que los inmigrantes nos quitan trabajo son unos nazis. Nosotros somos antinazis, antiracistas y antiintolerantes. En nuestro barrio hay de todo. Creo que el mestizaje es el mejor antídoto contra la intolerancia. -Acá en la Argentina existe el rock barrial, pero a muchos músicos ese término les parece despectivo... -No, es al revés. Viva el barrio y a la mierda las urbanizaciones. Yo estoy orgulloso del barrio, de haber trabajado toda una vida en una fábrica, de que mi padre sea camarero, y de que mi hermano haya sido mozo. A nosotros nadie nos regaló nada.
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