"En un capítulo reflejamos al último herrero. Un hombre de 79 años, que desde los ocho años daba vueltas a la fragua, y que afirma que los de su oficio "han nacido antes". Otra profesión es la de un deschalador que se cortaba las manos y la cintura por su trabajo en el campo. Rescatamos también fotos de maquinarias agrícolas, la más antigua es de 1907. Hay un relato de un trabajador de los fortines de La Forestal que con un motor hacía prender las bombitas, y los chicos del lugar, que no conocían la luz, se asustaban", detalla Ana Barzola.
"Existen tradiciones que se recuperaron a través de los relatos: las fiestas de Reyes, cuenta una humilde señora, se limitaban a comprar caramelos por 20 centavos y repartir cuatro a cada uno de los chicos. Los médicos que cobraban sus servicios con una gallina. Las funerarias antes, según la moneda que ponían los deudos, variaban la cantidad de caballos. También rescatamos las tradiciones futboleras, no pueden faltar el Mono González que es de Chacarita de Totoras, y no de Junior o de Totoras que son los clubes más grandes, o el Toto, otro personaje", aclara Ana.
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La Ciudad
