Científicos y defensores de los pacientes aceptaron ayer con cautela la decisión del presidente George W. Bush de autorizar fondos federales para los estudios con células madre embrionarias, pero dijeron que las limitaciones impuestas podrían arruinar la promesa de hallar curas para varias enfermedades. Bush dijo anteanoche que permitiría el uso del dinero de los contribuyentes en las investigaciones que involucran células madre obtenidas de embriones humanos vivos. Asimismo, agregó que las células madre, que son células maestras primitivas que se pueden transformar en otros tipos celulares, tendrán que proceder de 60 líneas celulares existentes. Cada línea celular es un reservorio de células madre derivadas de una célula de un solo embrión. Muchos investigadores cuestionaron si existían 60 líneas celulares y si las investigaciones que operaban con fondos federales podrían usarlas, ya que muchas pertenecen a compañías privadas. De las investigaciones con células embrionarias -se espera- podrían derivar curas para enfermedades como la diabetes, el mal de Parkinson y el de Alzheimer. Los fondos, dijo Bush, irán para aquellas empresas que trabajen con las líneas de células ya existentes tomadas de embriones ya destruídos. En cambio, advirtió, ni un dólar será para aquellos que quieran experimentar con nuevos embriones, a los que Bush, un férreo antiabortista, considera niños por nacer y seres humanos con derechos. En la reacción más concreta, las acciones de las empresas dedicadas a la biotecnología abrieron ayer en baja en la Bolsa de Nueva York, después de haber vivido un día de euforia antes del anuncio de Bush. Conocidas las intenciones del presidente, las acciones de Geron, StemCell, Aastrom Bioscences, Nexell, Cryo-Cell, Incara Pharmaceutical y Curis abrieron todas en baja. Explicando la situación, el analista del fondo de inversiones Orbitex Alidad Mireskandri dijo que "la investigación sobre las células estaminales está todavía lejos de una fase de aplicación comercial". Los fondos gubernamentales permiten a los investigadores de las universidades realizar trabajos de investigación que previamente se habían limitado en gran medida a compañías privadas o científicos académicos con respaldo corporativo. "Bueno, al menos están permitiendo fondos federales para algunos trabajos con células madre humanas", dijo Diane Krause, investigadora de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale. Pero Krause manifestó que limitar el número de líneas de células madres para las investigaciones con fondos federales, significaba que no habría suficiente diversidad genética en los reservorios celulares. "Necesitamos una variedad para comprender por completo las aplicaciones en múltiples padecimientos diferentes", dijo Krause. Neil Theise, investigador de células madre del Centro Médico de la Universidad de Nueva York, dijo que "si esta decisión persiste durante un largo plazo, inhibirá de manera significativa la posibilidad de obtener los tratamientos que se están buscando". Douglas Melton, jefe del departamento de biología molecular y celular de la Universidad de Harvard manifestó que no estaba consciente del número de líneas de células madre que el presidente había dicho que existían. "Las 60 líneas celulares es algo nuevo para mí", señaló Melton. "Supongo que muchas de ellas se han derivado de compañías privadas y la pregunta es si estarán disponibles para investigadores (de los institutos nacionales de salud) que trabajen con fondos federales". Las líneas celulares estarán en gran medida en manos privadas.
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