Año CXXXIV
 Nº 49.204
Rosario,
viernes  10 de
agosto de 2001
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Violencia en Medio Oriente. Otros dos israelíes fueron muertos a tiros
Un terrorista suicida asesinó a 15 personas en el centro de Jerusalén
El grupo Hamas se adjudicó el atentado a un restaurante atestado de familias. Hubo cerca de 90 heridos

Jerusalén.- Un palestino suicida mató ayer al menos a 15 personas-incluyendo seis niños- e hirió a otras 90 al inmolarse haciendo estallar una bomba en un restaurante en el centro de Jerusalén atestado con familias. El peor atentado perpetrado en Jerusalén desde que comenzó la segunda Intifada -revuelta palestina- hace más de 10 meses destruyó la pizzería Sbarro durante la concurrida hora del almuerzo, lanzando vidrios, trozos de metal y cuerpos a la calle. El portavoz del gobierno israelí, Dore Gold, confirmó que 18 personas habían muerto, pero la policía luego anunció que eran 15 los muertos.
El grupo Hamas, se atribuyó la responsabilidad por el atentado, que dijo era una venganza por el ataque con misiles israelíes que mató a ocho palestinos en la ciudad cisjordana de Nablús el 31 de julio, incluyendo a dos dirigentes de Hamas. Previamente Jihad Islámica se había adjudicado el atentado, pero luego se retractó.
"Escuchamos un gran estallido y vimos gente tirada por todos lados", expresó Lital Deri, una joven que se encontraba en el sitio del atentado. "Vi cómo un soldado volaba por el aire. La gente corría por todos lados, con sangre sobre su rostro".
Decenas de cuerpos yacían esparcidos en el piso tras la explosión. Otras víctimas, bañadas en sangre, fueron llevadas en camilla a centros asistenciales.
Este fue el ataque más mortal desde que un suicida hizo estallar una bomba que mató a 21 personas en un centro nocturno de Tel Aviv el 1º de junio y ambas partes aceptaran un cese el fuego propuesto por Estados Unidos, que no detuvo la lucha. La bomba que estalló en la pizzería era de enorme potencia por los destrozos que causó y arrojó clavos y otras esquirlas que los médicos de los hospitales dijeron se incrustaron en los cuerpos de muchos de los heridos.
El escenario era dantesco, con cuerpos desparramados, destrozos y sangre. El rótulo rojo, verde y azul del restaurante colgaba de la fachada, reducido a retorcidas piezas de metal. Esquirlas de vidrio y trozos metálicos cubrían el pavimento. Nava Perry, que trabaja en un comercio frente al sitio de la explosión, dijo: "Escuchamos un fuerte estallido. Fue claro que se trataba de una bomba. Vimos cuerpos dispersos por todos lados y muchos entraron, corriendo, a mi almacén, chorreando sangre. Vi cuerpos dentro del restaurante y el de una niña sobre la calle, bañado en sangre. Había cuerpos tanto dentro como fuera" del restaurante, agregó.
Insinuando la posibilidad de una respuesta militar, un portavoz del gobierno israelí, expresó: "El gobierno tomará las decisiones necesarias a fin de defender a nuestros ciudadanos. Tenemos todo el derecho de tomar medidas a fin de defender a nuestros ciudadanos".
Israel no respondió de inmediato al llamamiento de Arafat, pero funcionarios lo tomaron fríamente en privado. "Arafat está intentando impedir una respuesta israelí al atentado. Si él realmente quiere una tregua él debe impedir a los terroristas del Hamas y de Jihad Islámico", dijo una fuente diplomática de alto rango. Pero el portavoz gubernamental israelí responsabilizó al líder palestino por el ataque.
"Yasser Arafat fracasó finalmente en cumplir los términos de este cese el fuego y como resultado tenemos 18 israelíes muertos", dijo Gold. El portavoz del gobierno israelí no explicó cómo respondería Israel al atentado, pero agregó: "Es deber del gobierno de Israel defender al pueblo de Israel y estoy seguro de que eso es precisamente lo que hará ahora".
Pocas horas después del ataque, palestinos armados mataron a dos israelíes, uno un soldados, en tiroteos separados en Cisjordania. Los hechos profundizaron el ciclo de violencia que ha provocado la muerte de más de 650 personas, incluyendo 500 palestinos y unos 150 israelíes, desde que comenzó en septiembre la Intifada palestina contra la ocupación israelí de Cisjordania y la Franja de Gaza.

Consternación internacional
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, condenó el atentado y dijo que el líder palestino, Yasser Arafat, debía actuar ahora y arrestar a los responsables y tomar medidas inmediatas para impedir futuros ataques. El secretario norteamericano de Estado, Collins Powell, habló telefónicamente con Arafat y pidió que ambas partes mostraran moderación.
Arafat, bajo dura presión mientras los líderes israelíes se reunían para analizar su respuesta al atentado, deploró el ataque y urgió a Israel a implementar una tregua delineada por una misión encabezada por Estados Unidos. "Condeno el ataque con bomba que ha tenido lugar en Jerusalén occidental y condeno todos los actos que lastiman a civiles", expresó Arafat.
"Hago un llamamiento al gobierno israelí a hacer una declaración conjunta de alto el fuego y comenzar a implementar las recomendaciones de Mitchell", agregó Arafat, aludiendo a un plan propuesto por un panel encabezado por el ex senador estadounidense George Mitchell.



El atentado ocurrió a la hora del almuerzo.
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