Aunque no con la resonancia con que se dio en Catamarca, en Santa Fe también hubo escaramuzas cada vez que se discutió el derecho a decidir cuándo tener un hijo. Desde el 31 de mayo pasado, la provincia tiene una ley de salud reproductiva, lo que permite a los médicos que atienden en efectores públicos puedan prescribir métodos anticonceptivos a sus pacientes. La ley tiene como objetivos disminuir la mortalidad materno infantil, prevenir embarazos no deseados y promover la salud sexual de los adolescentes. También se buscó contribuir a la detección precoz de enfermedades de transmisión sexual y patologías génito mamarias, garantizar a la población el acceso a la información, orientación, métodos y prestaciones de servicios referidos a la salud sexual y la procreación responsable. Cuando se aprobó la norma, los legisladores resaltaron que el programa se puso en marcha, entre otros objetivos, para evitar la muerte de muchas mujeres de escasos recursos que, para interrumpir embarazos, acuden a la práctica de abortos clandestinos. La Municipalidad de Rosario precisó hace tres meses que unas 17 mil mujeres de la ciudad participan actualmente del Programa de Procreación Responsable que lleva adelante la administración municipal. El plan, puesto en funcionamiento en 1998, garantiza el acceso a los métodos anticonceptivos en forma gratuita a la población de menores recursos. Desde los distintos hospitales y centros de salud municipal se entregan pastillas o se colocan dispositivos intrauterinos. Ese programa comenzó en épocas del intendente Héctor Cavallero, cuando la secretaría de Salud Pública era ocupada por su sucesor, Hermes Binner.
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