Mauricio Macri presentó anoche, en la sala de conferencias de Boca Juniors, su proyecto de ley que llamó "para la reorganización del fútbol argentino", con la introducción de las sociedades anónimas deportivas, el cual, según adelantó, ya fue elevado a los ministros de Economía, Domingo Cavallo, y de Trabajo, Patricia Bullrich. Básicamente, el proyecto de Macri marca diferencias entre el funcionamiento de las instituciones deportivas con sentido social y las que tienen actividad profesional. La primera parte de la propuesta llama núcleo deportivo (ND) a las actuales entidades civiles, las cuales tendrán el derecho y la propiedad de conservar las afiliaciones a las entidades bajo cuya reglamentación realiza la práctica de disciplinas amateurs o profesionales. Les corresponde, además, el uso de logotipos, nombres, escudos, emblemas, insignias, colores o cualquier otro distintivo que los identifique. Mantendrán el registro federativo de jugadores, el derecho a la contratación de jugadores y a la realización de negociaciones derivadas de los partidos con los medios de comunicación. El ND constituye un bien indivisible y se le considera una universalidad jurídica inembargable e insusceptible de ser afectada por decisión de orden administrativo o judicial. El ND es de propiedad de la asociación civil respectiva y sólo puede ser adjudicado para el mejor cumplimiento de los fines previstos en su estatuto social a un tercero, bajo el régimen de esta ley. Los ND autorizados a funcionar como personas jurídicas podrán desarrollar disciplinas deportivas profesionales a través de una sociedad anónima deportiva (SAD), la que se constituirá con terceros a ese efecto. Las SAD estarán sujetas al régimen general de la ley de sociedades comerciales y su objeto será fomentar el deporte y en particular el amateur. El capital social inicial de las SAD será el equivalente al cincuenta por ciento del promedio de gastos efectivamente realizado por los ND en los tres años anteriores a su constitución, respecto de la disciplina profesional. Las personas físicas y sociedades extranjeras que no tengan domicilio en el país no podrán superar en conjunto el veinticinco por ciento del capital social y podrán participar hasta el cuarenta y nueve por ciento los extranjeros con domicilio en países que tengan firmados tratados o acuerdos internacionales de reciprocidad con la Argentina. Los directorios de las SAD deberán estar integrados por un mínimo de tres personas y los ND tendrán derecho a designar a uno de los directores titulares e igual número de suplentes. Ningún accionista de una sociedad podrá ser titular en forma simultánea de dos o más SAD. Deberán presentar garantías reales para cumplir con la responsabilidad de la administración y los préstamos efectuados por los accionistas no podrán ser exigidos en tanto la sociedad no obtenga ganancias. Las licitaciones de los ND por parte de las SAD deberán tener un plazo mínimo de tres años. Contrastando con la sobriedad de la presentación, Mauricio Macri fue protagonista involuntario de un hecho que desató la sonrisa de todos los concurrentes a su conferencia de prensa cuando se le cayó un pizarrón sobre la cabeza. Pero el presidente xeneize, rápido de reflejos, comentó: "Si sobreviví a esto, voy a sobrevivir a cualquier cosa. Debe haber sido el Papa que me salvó. De algo sirve ser cabeza dura".
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