Año CXXXIV
 Nº 49.204
Rosario,
viernes  10 de
agosto de 2001
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La titular del Enapro dice que hay sectores que están boicoteando la licitación
Acusan a la Municipalidad de gestar un "golpe de Estado" en el puerto local
María Herminia Grande, representante de la provincia, apunta al gobierno de Binner y a grupos empresarios

Lucas Ameriso

La feroz disputa que mantienen los ocho integrantes del Ente Administrador Puerto Rosario (Enapro) se profundizó ayer y la esperada licitación de las terminales locales ahora camina peligrosamente por la cornisa. El futuro de los muelles rosarinos hace cinco meses que está sumergido en un cono de sombras, y desde entonces los dos sectores en que está dividido el Enapro (uno liderado por la provincia y otro por la Municipalidad) miran con lupa al único oferente de esta concesión. "Tenemos el zorro dentro del gallinero", disparó la titular del ente, María Herminia Grande, contra algunos representantes en el ente del sector privado. Pero la munición más gruesa estuvo dirigida para el gobierno municipal y su delegado, Joaquín Blanco: "Están gestando un golpe de Estado a la legalidad del proceso licitatorio", denunció.
La ciudad vivió durante el 99 y parte del año pasado, la amarga experiencia de ver su puerto parado. La concesión al grupo Ictsi de capitales filipinos, que se había concretado en marzo del 98, comenzó a desvanecerse de la mano de un profundo conflicto laboral con los estibadores y la falta de inversiones.
En el 2000, y después de marchas y contramarchas, el Enapro rescindió el contrato con los filipinos, y junto a ellos también se retiró Carlos Bermúdez, el entonces titular del ente.
María Herminia Grande lo reemplazó y llamó a una nueva licitación, pero sólo se presentó un solo oferente: la Autoridad Portuaria de Tarragona, asociada al grupo local SGA.
Desde la apertura del sobre uno, con los antecedentes del consorcio catalán, ocurrida el 14 de marzo pasado, el Enapro es escenario de feroces disputas entre sus directores. El motivo: la garantía subsidiaria y mancomunada, que el pool de empresas debe presentar ante un embargo por incumplimiento de contrato.
Hace 15 días la conducción del Enapro organizó un viaje a Tarragona para despejar dudas con el oferente, y allí quedó al desnudo las divisiones que sufre el ente: sólo viajaron cuatro de los ocho directores.
Desde entonces, muchos aseguran que la licitación está al borde del precipicio. Ante esta turbulencia Reutemann amenazó anteayer con intervenir el ente y deslizó que hay intereses de sectores privados que están torpedeando el proceso de concesión.
Ayer, rodeada de portuarios y en plena playa de estibaje del puerto local, Grande le pegó duro a los empresarios que ocupan el directorio del Enapro, al vociferar: "La privatización del puerto se está trabando por culpa de señores que no están a la altura de su cargo".
Más enfática lanzó: "Tenemos el zorro dentro del gallinero, y eso es lo que está obturando este proceso de licitación. Hay miembros del Enapro que no tienen puesto su interés en el puerto. Es más, lo ven como un puerto competidor a sus intereses, y de los puertos privados".
Minutos después, la ponzoña de la funcionaria fue contra la Municipalidad de Rosario al responsabilizarla por idear "un golpe de Estado a la legalidad del proceso licitatorio". "En vez de mitigar el 20 por ciento de desocupación en Rosario, Blanco (representante municipal) afirma que existen alternativas por fuera del concesionamiento, algo inadmisible", se quejó.
Previo a las declaraciones de Grande, Blanco había señalado: "Que haya un solo oferente no nos exime de exigir que se cumpla el pliego, e incluso hemos sido tolerantes para que se presente toda la documentación".



María Herminia Grande: "Hay un zorro en el gallinero".
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