"En los últimos tiempos los remates judiciales se hicieron más transparentes, y esto ocurrió precisamente a partir de la intervención de la Justicia penal para investigar a las denominadas ligas de compradores a partir de dos denuncias puntuales". Con esta frase, el juez de Instrucción Carlos Alberto Carbone salió a aclarar cuál es su percepción sobre la situación de las subastas judiciales, que durante años dieron lugar a todo tipo de suspicacias y que -según el magistrado- ahora tiende a normalizarse gracias a los controles implementados por los órganos jurisdiccionales. La semana pasada Carbone dictó el procesamiento de tres martilleros y dos particulares supuestamente involucrados en distintas maniobras ilícitas dirigidas a digitar el resultado de ciertos remates de bienes inmuebles. Este diario dio cuenta del contenido de dos resoluciones del magistrado en otras tantas causas que desembocaron en los procesamientos, e informó a sus lectores sobre los detalles de las mismas. Sin embargo, Carbone sostiene que en el título de la crónica ("Un juez afirma que los remates siguen siendo poco transparentes") no refleja exactamente el contenido de sus decisorios y pidió aclararlo. En efecto, Carbone describe las causas que a su juicio facilitaron la existencia de las ligas de compradores integradas entre otros por martilleros públicos. Entre ellas cita la falta de controles por parte de los organismos encargados de velar por la transparencia de los remates, y específicamente de los magistrados que los ordenan. El juez afirma que estas situaciones se repitieron como un "flagelo" durante años y que continuaron "inalterables" al menos hasta el inicio de una investigación penal que él mismo encabezó a partir de 1998. Pero luego aclara que a partir de esa intervención "se han obtenido mejoras", ya que la investigación penal sobre irregularidades en las subastas "indirectamente contribuyó a poner el orden y la transparencia tantas veces esperada" para esos actos, en los que el Estado adjudica bienes afectados a un proceso judicial. Carbone ratificó ayer a este diario sus críticas a la histórica falta de controles, a cierta "desidia" de los organismos que intervenían en los remates y a la actitud "pasiva" de muchos de sus actores, pero reiteró que esto comenzó a cambiar "radicalmente" hace dos años y dijo que ahora la situación es "absolutamente" distinta. "Hoy los remates son mucho más transparentes, y esto es así precisamente porque los controles por parte de los organismos participantes, y especialmente de los jueces civiles, son realmente efectivos", remató el magistrado.
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