Aunque ahora le cueste creerlo, tarde o temprano, el disco rígido que está por comprar le resultará chico. Es más, en aproximadamente seis meses, tendrá ganas de comprar otro, y así sentirá que el espacio es siempre insuficiente. Por supuesto, esto depende de cómo use su PC (no es lo mismo limitarse al procesador de textos que tener gran cantidad de archivos MP3, algún video DivX, y juegos). Lo importante, antes de efectuar una compra, es evaluar algunas características de los discos.
RPM y la memoria caché
Las revoluciones por minuto (RPM) representan la cantidad de vueltas que los platos de un rígido dan sobre su eje, en el lapso de un minuto. Esta velocidad rotacional afecta los tiempos de acceso y la capacidad de transferencia de datos de las unidades (a cuantas más revoluciones giren los platos, más rapidez). Los discos rígidos típicos tienen una velocidad de rotación de 4.500 a 7.200 RPM, y también los hay de 10.000 RPM, pero son carísimos y vienen con interfase SCSI.
Asimismo, incorporan entre 512 KB y 2 MB de caché. La función de esta memoria, normalmente utilizada en las operaciones de escritura y de lectura, consiste en almacenar datos recientes, y entregarlos rápidamente cuando son solicitados (por eso, cuanto más grande la caché, mejor). Sus tiempos de acceso se miden en nanosegundos (ns), mientras que los del disco rígido (que involucra el accionamiento mecánico) se miden en milisegundos (ms).
Mientras las RPM y la caché definen un nivel de prestaciones real, los valores más significativos de velocidad son el tiempo de acceso (combinación del tiempo de búsqueda, de conmutación de cabezas y de latencia rotacional que se mide en milisegundos), y la tasa de transferencia de datos (que indica cuántos megabytes de datos son traspasados en un segundo, MB/segundo).
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Otras características
La interfase IDE, la más apropiada para los usuarios comunes, está integrada en casi todos los motherboards y BIOS. De hecho, en general no se necesita más capacidad que la de las cuatro unidades soportadas por los canales primario y secundario ubicados en casi todos los sistemas.
En cuanto al factor capacidad, es recomendable comprar un disco lo más grande posible (hoy en día ya se consiguen unidades de 40 GB con interfase ATA 100). Y si hubiera que optar entre dos modelos de capacidad similar, habría que privilegiar el tiempo de acceso antes que la tasa de transferencia. Más tarde usted notará la diferencia en el uso diario, especialmente si trabaja con Windows.
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Los mejores prototipos
• Quantum Fireball Plus AS ($ 188): de 30 GB y 7.200 RPM, es el tope de gama de la línea de Quantum, y se consigue fácilmente en la Argentina. A un tiempo de acceso muy rápido, se le suma una velocidad de lectura y de escritura pareja (aunque hay discos más rápidos en lo que a lectura se refiere), y una ausencia casi total de ruido.
Por todo esto, podría ser considerado el modelo de su especie: los discos de 30 GB y 7.200 RPM. Su único punto flojo es que no incluye ningún software para facilitar la instalación a usuarios inexpertos.
\• Samsung 30 GB ($ 159): con 5.400 RPM y 512 KB de caché, iguala el rendimiento de las mejores unidades de 7.200 RPM. Presenta una buena performance en lectura y escritura, y un tiempo de acceso de apenas 11,1 milisegundos. Por lo demás, este disco opera con el sistema Noise Guard (que lo hace muy silencioso) y con una protección antichoque.
A riesgo de parecer fanático, este suplemento se atreve a decir que el Samsung 30 GB carece de puntos flojos.
\• Maxtor DiamondMax Plus 40 GB ($ 261): su instalación es rápida y segura, gracias a un panfleto con indicaciones básicas de configuración. Además de ser silencioso, su rendimiento es muy bueno (con un tiempo de acceso correcto para su categoría, una velocidad de lectura sorprendente y una capacidad real de 38,1 GB).
En cambio, sus puntos más débiles son la velocidad de escritura, y su precio.
\• Seagate ST320414A ($ 178): este disco de 7.200 RPM con 2 MB de caché, y una capacidad real de sólo 18,6 GB no defrauda. Aunque se queda algo corto de espacio, es suficiente para quien acostumbre a trabajar con un disco de entre 4 y 8 GB. Y si bien la velocidad de lectura sostenida no es nada del otro mundo, tampoco desentona. Por el contrario, la velocidad de escritura y los tiempos de acceso son excelentes. También vale la pena destacar el software de instalación y particionado de Seagate.