Año CXXXIV
 Nº 49.199
Rosario,
domingo  05 de
agosto de 2001
Min 16º
Máx 22º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Desconcierto y discrepancias en la Casa Blanca

Gabriele Chwallek

Washington. - En el gobierno estadounidense impera el desconcierto después de la última vuelta de tuerca en el ya agudo conflicto palestino israelí. Tan sólo tímidamente y con la presión internacional, el presidente George W. Bush se mostró dispuesto en mayo a dar una mayor importancia a la inicialmente prevista a la política de Medio Oriente. Ahora la administración de Washington se enfrenta al hecho de que prácticamente ninguna de las iniciativas tomadas ha dado frutos hasta la fecha. Las misiones del secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, y del enviado especial, William Burns, en resumidas cuentas no han aportado nada. El alto el fuego que se acordó bajo la dirección del jefe de la CIA, George Tenet, ha quedado en papel mojado y las recomendaciones del Informe Mitchell están lejos de poder ser convertidas en realidad.
Sólo seis meses después de que Bush asumiera el gobierno, la política estadounidense para Medio Oriente está hecha pedazos. Desde el actual punto de vista, para el presidente éste no es un fracaso personal y seguramente es mucho más fácil de digerir que para su predecesor, Bill Clinton. Bush, al contrario que el anterior presidente, nunca convirtió en una misión personal una exitosa diplomacia en EEUU. Incluso luego de dar comienzo a sus iniciativas quedó claro que él no aspiraba a ningún papel de mediador y que lo que más le preocupa es lo que sucede dentro de sus fronteras así como el seguimiento de los intereses estadounidenses en el extranjero.

Actitud reservada
Pero con su consentimiento a la participación estadounidense en un grupo de observadores para controlar el alto el fuego, Bush dio un paso más que fue saludado por la comunidad internacional. Sin embargo, la Casa Blanca no ha tenido reparo en señalar que el estacionamiento en la región se planteará sólo cuando "la ausencia de la violencia se haya consolidado".
Es cuestionable si Bush puede seguir permitiéndose este tipo de actitud reservada. La agudización de la situación tras los ataques selectivos de Israel contra los extremistas palestinos ha conducido a nuevos llamamientos para que EEUU desempeñe un mayor liderazgo. El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, fue el primero en manifestarse en este sentido y de su llamamiento se desprende la insatisfacción con el grado de involucramiento del gobierno de Bush. Muy poco y demasiado tarde, apuntan los críticos de Bush en su propio país. A los republicanos se les acusa asimismo de ser demasiado indulgentes con las reacciones al violento empleo de la fuerza contra los palestinos y con ello estar reforzando indirectamente a Israel en su política.
Con respecto a este punto realmente hay discrepancias en el gobierno estadounidense, aun cuando nadie quiera hablar públicamente de ellas. Estas se hicieron patentes en las declaraciones formuladas después de los ataques israelíes contra el cuartel de Hamas, el martes. Mientras, el Departamento de Estado reaccionó con una dureza pocas veces vista y acusó a Israel de emplear excesivamente la fuerza y de tener una actitud provocativa, la Casa Blanca se mantuvo muy reservada. Se limitó esencialmente a llamar a la contención a las partes en conflicto. Los observadores políticos ven en ello un permanente intento de Bush de evitar una provocación en el Congreso, donde hay una mayoría pro-israelí. En caso de que lo irritara, podría ser que Bush no viera aprobados importantes proyectos de política interior.
El Departamento de Estado, por otra parte, refleja de un modo más fuerte las preocupaciones que imperan en el extranjero por la actitud israelí. Además, en las duras reacciones de este Departamento se reflejan la frustación personal y el enojo de Powell por la obstinación de las partes y la impotencia estadounidense.


Notas relacionadas
El líder de Al-Fatah en Cisjordania salió ileso de un atentado israelí
Marcha por la paz
Diario La Capital todos los derechos reservados