Tel Aviv. - Una persecución sin cuartel estalló contra los palestinos "colaboracionistas" de Israel en los Territorios, donde 60 sospechosos fueron detenidos tras el ataque a Nablús. La ola de detenciones comenzó tras una deflagración ocurrida en Farah (Cisjordania), en la que murieron seis militares de Al-Fatah y el bombardeo israelí en Nablús, que provocó ocho muertos (entre ellos dos dirigentes de Hamas y dos niños).
Ayer hombres con el rostro cubierto (probablemente militantes de Tanzim) acribillaron en pleno día en Belén a Khaled Abu al-Hawa, un presunto "colaboracionista": es el cuarto asesinato de ese tipo en los últimos tres días. Según los dirigentes de la Intifada, Israel no habría podido realizar ataques tan letales sin las informaciones de la "quinta columna" de los palestinos que viven en los Territorios.
Justicia por propias manos
Los agentes del servicio de inteligencia general de Tawfiq Tirawi realizaron vastas redadas en Jenín, en el norte de Cisjordania, deteniendo a unos 60 sospechosos. Al mismo tiempo los tribunales especiales dictaron cuatro condenas a muerte -la última de ellas, el jueves- contra palestinos hallados culpables de haber asistido a las unidades especiales israelíes en el asesinato de dos militantes políticos, Thabet Thabet y Salah Darwaza.
Un dirigente de Hamas, Hamed Bitawi, exhortó ayer al presidente Yasser Arafat a confirmar las sentencias y a "enviar a los traidores frente a los pelotones de ejecución". De Arafat llegaron por ahora, en cambio, mensajes de moderación. El jueves, desde Italia, Arafat lanzó un nuevo llamado para la suspensión inmediata de todas las violencias. La agencia de prensa oficial palestina Wafa señaló que para los palestinos es más ventajoso "lanzar piedras, o hasta zapatos, contra los israelíes", que recurrir a los morteros: en una guerra total, escribió Wafa, los palestinos llevan las de perder.
La Autoridad Palestina dijo ayer que estaba intentando evitar que activistas islámicos tomen la justicia por su mano asesinando a palestinos sospechosos de colaborar con Israel. "La ANP rechaza y condena todos los intentos de cualquier movimiento por tomar las leyes en sus manos y castigará tales intentos y a sus perpetradores, cualesquiera sean las razones y justificaciones", dijo una declaración de la autoridad. En el liderazgo palestino se ha incrementado la presión para acabar con colaboradores que ayuden a Israel en su política de ubicar y matar a activistas que planean ataques contra el Estado judío. "La Autoridad Palestina es la única parte responsable para emprender medidas legales contra aquellos que tratan de dañar el interés nacional del pueblo palestino".