Jerusalén. - Israel rechazó ayer de nuevo la demanda del líder palestino Yasser Arafat del despliegue de observadores internacionales en la Franja de Gaza y Cisjordania. En este sentido, la oficina del primer ministro israelí, Ariel Sharon, desmintió una información del diario británico The Guardian que afirmaba que el gobierno israelí cada vez estaba más cerca de admitir una fuerza internacional. Según The Guardian, EEUU, Gran Bretaña y otros países europeos preparan secretamente un plan para enviar un contingente internacional a Cisjordania y la Franja de Gaza. El contingente de observadores podría ser, siempre según el periódico, "el primer paso para reconstruir el difunto proceso de paz en Medio Oriente".
"El gobierno israelí está en contra de la llegada de cualquier observador internacional. Israel sólo está dispuesto a aceptar la ampliación del grupo de observadores de la CIA (presente en los territorios ocupados desde 1998)", dijo un portavoz que quiso permanecer en el anonimato. Numerosos agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense, que fueron enviados a la región como parte del acuerdo palestino-israelí de Wye River, en 1998, vigilan el alto el fuego acordado entre las dos partes a mediados de junio, pero que nunca ha sido respetado por completo.
El rotativo británico citó a una fuente que afirma que "podría ser que Israel tenga que aceptar algo". Además, en base a "fuentes diplomáticas occidentales", asegura que EEUU está elaborando en secreto planes detallados para desplegar una fuerza internacional que probablemente no estaría formada exclusivamente por miembros de la CIA, y que casi con seguridad incluiría a Gran Bretaña. Israel sólo admitiría la presencia de observadores de EEUU, y sólo en el marco del Informe Mitchell, para vigilar el alto el fuego y las "violaciones cometidas por los palestinos", aseveró la fuente israelí.
El jueves, Arafat pidió en Roma de nuevo la presencia de observadores internacionales para proteger a los palestinos. A continuación, la agencia de noticias palestina Wafa publicó un comentario en el que, por primera vez, demandaba a la población, pero sobre todo a los grupos extremistas, dejar de utilizar en la lucha contra Israel las armas de fuego, así como parar la cadena de violencia en Israel.
Un niño palestino herido
Pese a los llamamientos para poner fin a la violencia, ayer se volvió a vivir una jornada de violencia en la región. En el incidente más grave, un niño palestino de cinco años se encuentra en estado crítico y su abuelo padece heridas leves, al ser alcanzados por disparos de soldados israelíes en la ciudad cisjordana de Tulkarem, según informaron testigos y confirmaron fuentes médicas. Majed Al-Jallad y su abuelo fueron alcanzados por los tiros de soldados israelíes, quienes abrieron fuego contra el auto en el que circulaban a la entrada de dicha localidad autónoma palestina.
Sin embargo, los temores de un nuevo brote violento tras la tradicional oración musulmana del viernes en el Monte del Templo (Al Haram al Sharif para los palestinos), en la Ciudad Vieja de Jerusalén se mostraron infundados, ya que no se produjeron enfrentamientos. Según los palestinos, la policía israelí, que envió un refuerzo especial a la zona, sólo permitió la entrada al recinto de unos 12.000 musulmanes, impidiendo el paso a los mayores de 40 años, así como a los no residentes en Jerusalén.
Una palestina de Nablús que llevaba un paquete con una bomba de cuatro kilos fue detenida en la estación de autobuses de Tel Aviv. Por la mañana, soldados israelíes que patrullaban por Cisjordania se libraron por poco de un atentado: activistas palestinos habían escondido dos botellas con gas en ruedas a las que prendieron fuego cerca de un cruce próximo a Tulkarem. La policía israelí logró apagar las llamas antes de que estallaran los recipientes.
A última hora del jueves, un palestino militante del movimiento Al-Fatah murió a causa de disparos efectuados por una unidad militar especial israelí que lo habría sorprendido, junto a un compañero, colocando un explosivo en un puesto de vigilancia israelí cerca de Nablús.