El Fondo Monetario Internacional (FMI) adelantará un crédito pendiente de 1.200 millones de dólares a la Argentina y firmará un acuerdo con Brasil por 15 mil millones para evitar que el ataque especulativa contra el peso se propague por América latina. La decisión fue consecuencia de la gestión realizada por EEUU, Gran Bretaña y España en respaldo del gobierno argentino, que tuvo su expresión física en la visita del subsecretario del Tesoro norteamericano, John Taylor, a Buenos Aires. El funcionario inició ayer una visita de dos días al país, acompañado del experto en el caso argentino del Tesoro estadounidense, Natan Epstein, junto con quien mantuvieron una apretada agenda de reuniones. Desde la mañana, la misión norteamericana se reunió con el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, el ministro de Economía, Domingo Cavallo, el presidente del Banco Central, Roque Maccarone, el presidente Fernando de la Rúa, y, por último, los principales banqueros del país. A lo largo de un día agitado, que incluyó conversaciones de De la Rúa con los mandatarios de Gran Bretaña, Tony Blair, y de España, José María Aznar, y de estos dos con el estadounidense George W. Bush, se cocinó la decisión del Fondo Monetario de adelantar un desembolso de 1.200 millones de dólares correspondiente al blindaje financiero, que iba a ser efectivizado en septiembre. Ari Fleischer, portavoz del presidente Bush, aclaró que lo más urgente para Argentina es seguir los lineamientos del FMI en materia fiscal, descartando de hecho el envío de nuevos recursos, al menos por fuera de los organismos multilaterales. En la misma sintonía se expresó el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, al término de la reunión que mantuvo con Taylor. "No hemos solicitado ayuda financiera a ningún gobierno ni a ningún grupo de países en forma bilateral, el gobierno está trabajando con los organismos de crédito multilaterales y así lo piensa seguir haciendo". Aún así, en el Palacio de Hacienda, los colaboradores de Cavallo festejaron una frase del comunicado que emitió el Fondo para informar sobre el envío de recursos del blindaje. La oración dice que el organismo "sigue dispuesto a ayudar a la Argentina". La búsqueda de plata es imperiosa para la gente de Economía. El viceministro Daniel Marx se reunió ayer con empresarios de origen europeo para instarlos a integrar rápidamente el Fondo Patriótico por mil millones de dólares. Lo hizo en el marco de la llegada del subsecretario del Tesoro estadounidense, cuya sola presencia puso un poco de calma en los mercados. En breves declaraciones efectuadas por la noche, Taylor se manifestó "contento" por la decisión del FMI de adelantar los fondos del blindaje y señaló que Argentina "cumplió más que satisfactoriamente" con los objetivos fijados por el Fondo Monetario. Emilio Cárdenas, titular del HSBC Roberts, ofició de vocero de la reunión del subsecretario del Tesoro con los principales banqueros del país. Dijo que el funcionario le había adelantado que a su regreso a Estados Unidos se reuniría con Bush para "tomar una decisión sobre Argentina". Lo cierto es que la presión norteamericana permitió destrabar el desembolso del blindaje. El director gerente del FMI, Horst Köhler, ratificó que recomendará al directorio del organismo que apruebe el crédito de 1.200 millones una vez que la misión que revisa las cuentas fiscales argentinas termine su tarea. Además informó que firmará un acuerdo de contingencia con Brasil por 15 mil millones de dólares, a la manera de una segunda línea de defensa. Fuentes del sistema financiero destacaron el apoyo internacional. "En septiembre hay fuertes vencimientos de deuda y si el gobierno los paga, es probable que la tendencia a la venta de títulos públicos comience a revertirse", señaló el analista de un banco de primera línea.
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