Enzo Monzón definió su estilo de narrar como "muy pictórico". "Las imágenes me parecen importantísimas y lo mismo el texto -agregó-, para el cual me inspiré en algunos poemas de Alejandra Pizarnik, por la referencia constante que hace a la muerte". El simbolismo también ocupa un lugar importante en el texto: "Hay todo un mensaje en el relato, pero no son palabras cotidianas las que usan los personajes -dijo-. La exageración de la realidad y la búsqueda de personajes es una constante en mis intereses". Monzón se mostró confiado en cuanto a la reacción del público acerca del tema que aborda en la película. No obstante, aclaró: "Uno nunca sabe si la gente se siente cómoda o no con estos temas. Tal vez el temor pase por el punto de vista que muestra a Karla como un personaje con extrema maldad, pero sin remordimientos y por el humor negro con que están tratados los personajes. No quiero hacer una apología de nada, sino activar el rigor mortis de la gente que no piensa".
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