Enviado por el presidente de los Estados Unidos George W. Bush para analizar in situ la complicada situación financiera de la Argentina, arribará hoy al país el subsecretario del Tesoro del país del norte, John Taylor. Funcionarios de Washington admitieron ayer la posibilidad de anticipar el cronograma de desembolsos de modo tal que no haya que esperar más tiempo para obtener 1.200 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI) tenía previsto efectivizar en septiembre. Sin embargo, advirtieron que no está previsto ampliar la ayuda crediticia más allá de lo acordado cuando se firmó el blindaje financiero, en diciembre del año pasado. Las autoridades económicas nacionales sondearon durante los últimos días la posibilidad de asegurarse un total de 8.000 millones de organismos internacionales para terminar con la ola especulativa que mantiene en vilo al país, pero ayer al cabo de una sorpresiva reunión de ministro el jefe de Gabinete Chrystian Colombo negó que se esté pidiendo dinero fresco. La inminencia del arribo de Taylor, los apoyos recibidos de parte del presidente Bush, del primer ministro británico Tony Blair, a los que se sumó ayer el ministro de Finanzas alemán, Hans Eichel, sirvieron para descomprimir el clima de nerviosismo imperante en la economía. Así, la Bolsa de Comercio porteña ganó 1,87 por ciento (aunque con un discreto volumen de negocios) mientras que los títulos públicos se recuperaban haciendo retroceder en 83 puntos al riesgo país, que cerró en 1.606. Taylor aseguró ayer que el FMI está considerando anticipar un desembolso del crédito asignado a la Argentina. "Creo que hay buenas chances de que habrá algo de eso", dijo en conferencia de prensa. De ser así, no habrá que esperar hasta septiembre para obtener un desembolso de 1.200 millones de dólares, que el directorio del FMI tenía previsto discutir recién el mes próximo, y que pertenecen al paquete asignado por el blindaje del año pasado, del cual aún están pendientes de asignar 2.500 millones. El funcionario estadounidense admitió que se discute "una amplia gama de medidas" para salvar a la Argentina, pero declinó hacer comentarios sobre un eventual aumento del monto de la asistencia. En esa línea, anticipó que no viene al país a negociar sino "únicamente a intercambiar información". Por su parte, la vocera del Consejo de Seguridad Nacional (CSN), Mary Ellen Countryman, se ocupó de aclarar que durante la conversación de anteayer entre el presidente De la Rúa y Bush "no se habló de dinero nuevo". Un poco más generoso se había mostrado el ministro de Finanzas de Alemania, Hans Eichel, quien anunció que su gobierno podría respaldar el pedido argentino de acelerar e incrementar la ayuda financiera del Fondo Monetario. Taylor arribará hoy a las 10 de la mañana al aeropuerto de Ezeiza para afrontar una agenda muy cargada durante dos días. Por la mañana se encontrará con el ministro de Economía Domingo Cavallo, y en horas de la tarde con el titular del Banco Central en primer término y luego con el presidente De la Rúa. En la jornada previa al examen, el jefe de Gabinete Colombo convocó de urgencia a una reunión de gabinete para discutir como se implementará en cada ministerio la ley de déficit cero, cuya instrumentación promete complicarse por la caída de un nueve por ciento de los recursos tributarios registrada en julio. Durante ese encuentro se acordó constituir una comisión de seguimiento que permita garantizar el cumplimiento de la flamante legislación. En sintonía con las declaraciones de los voceros del gobierno norteamericano, Colombo aclaró anoche que en la conversación entre De la Rúa y Bush "no se solicitó una ayuda de fondos sino la presencia de funcionarios para explicarles las medidas del déficit cero", y rescató que "la Argentina está dentro del programa del FMI y está sobrecumpliendo las metas" oportunamente acordadas. Ante la insistencia periodística sobre las posibilidades de una ayuda económica suplementaria, Colombo contestó: "Es muy malo crear estas expectativas. El mundo no se maneja como si fuera un almacén, no es un llamado telefónico y arreglar. la Argentina no solicitó por teléfono ninguna ayuda, por lo que no esperamos ayuda (extra) para no hacer los deberes que tenemos por hacer". Mientras que ayer trascendía que el Ministerio de Economía analizaba un paquete de medidas regulatorias para que queden registradas las transferencias de títulos públicos y a partir de allí la identidad de los operadores, Colombo salió fuerte a embestir contra los especuladores: "Ellos no creían que los argentinos éramos capaces de reaccionar y no permitir que el país colapsara. No estamos dispuestos a perder la batalla. No vamos a ceder en esta lucha y vamos a tomar las medidas necesarias para demostrar que la Argentina no compra recetas que no funcionaron en otras partes del mundo", dijo y negó enfáticamente una devaluación monetaria.
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