Tres agentes de seguridad fueron atacados en el último mes y dos de ellos murieron en una escalada de violencia sin precedentes contra los uniformados en Rosario. "Aunque estamos lejos de la violencia que se da en el conurbano bonaerense, la situación es inusitada en nuestra ciudad", indicó el subinterventor de la Unidad Regional II, comisario inspector Víctor Sarnaglia. El jefe policial señaló que a partir del 7 de julio, con la muerte del agente Alexis Salguero, ocurrió "un ataque cada dos semanas". Salguero fue baleado en la nuca por un hombre mientras cuidaba a un preso enfermo de sida que escapó del Hospital Carrasco, donde estaba internado. El prófugo fue recapturado horas más tarde. Por ese crimen fue detenido Carlos Capansi, acusado de efectuar el disparo. El viernes 20, en un violento robo a un supermercado de la zona suroeste de la ciudad, fue muerto a balazos el gendarme Mario Olivera, quien cumplía funciones de custodia en el local. En el mismo asalto fue abatido uno de los ladrones y resultó herido un vecino. A esos casos fatales hay que sumarle el ataque sufrido por la agente Liliana Zárate.
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