"En realidad el miércoles no le tocaba trabajar a ella. Había cambiado el servicio adicional en el supermercado con una compañera y el destino quiso que le pasara esta desgracia con suerte". La frase pertenece a Isabel Zárate, la hermana de la agente policial baleada anteanoche por dos motociclistas que aparentemente planeaban asaltar un camión de caudales que estaba a punto de llegar al hipermercado Makro para retirar la recaudación.
Liliana Raquel Zárate, la agente herida, tiene 25 años y un bebé de 8 meses. Hace un años egresó del Centro de Instrucción en Destino para incorporarse a la policía provincial, aunque, según su hermana, "desde los dos años soñaba con ser policía". Su primer destino lo cumplió en la subcomisaría 20 y actualmente presta servicios en la subcomisaría 23, de Barrio Rucci. En tanto, hace seis meses realizaba servicios adicionales de vigilancia en el hipermercado de avenida de Circunvalación y autopista a Santa Fe.
La noche del miércoles la agente no tenía asignada la custodia del comercio, pero decidió, según contó Isabel, "cambiar el turno con otra compañera". Tal vez Liliana no imaginó que un operativo rutinario de vigilancia tuviera un final violento.
Hipótesis de la investigación
La principal hipótesis de los investigadores es que los atacantes, armados con un revólver de gran calibre, planeaban asaltar un camión recaudador de caudales que debía llegar al hipermercado para retirar la recaudación de la jornada. El transporte llegó a ese sitio a las 22.10, en el mismo instante que una patrulla del Comando Radioeléctrico se retiraba del predio para trasladar a la agente herida a un sanatorio.
El ataque a la policía se produjo durante el operativo de rutina en el que se despeja la playa de estacionamiento ante la llegada del camión recaudador, indicaron fuentes de la jefatura de policía.
Mientras desempeñaba esas tareas, la agente Zárate se acercó a dos motociclistas que se encontraban en un rodado del tipo enduro, de tamaño mediano, y cuya actitud le resultó sospechosa. Pero los motociclistas reaccionaron violentamente y le dispararon cinco proyectiles con un arma calibre 45 y a una distancia de un metro y medio, según establecieron algunos de los testigos presenciales a los investigadores. Sólo uno de los tiros alcanzó a la agente y se metió en su cuerpo a la altura de la pelvis sin darle tiempo a defenderse.
Ayer, Liliana despertó en una cama de la sala de terapia intensiva del Centro de Emergencias Rosario (CER) y "las primeras palabras que pronunció fueron para preguntar por su hija", Micaela Ayelén, de 8 meses, comentó Isabel mientes esperaba el informe médico en el sanatorio.
En tanto, se supo que la policía evolucionaba favorablemente tras una operación que demandó más de cuatro horas "En las próximas 24 ó 48 horas la van a trasladar a una sala general", explicó Isabel.
Fuentes de la jefatura de la Unidad Regional II indicaron que la agente Zárate salvó su vida gracias al rápido accionar del Comando Radioeléctrico, que la trasladó de inmediato al CER y al trabajo del equipo médico. "Queremos agradecer a los efectivos de la comisaría y del Comando porque gracias a ellos mi hermana salvó su vida", dijo Isabel.
El proyectil calibre 45 que le impactó en la pelvis, le afectó a la policía una arteria, la autoratriz, que le ocasionó gran pérdida de sangre. El disparo le fracturó la pelvis, le destruyó la vejiga y le ocasionó la pérdida del ovario izquierdo. La bala no pudo ser extraída por su localización y el resto de los traumatismos sufridos la agente.
En la investigación del hecho interviene el juzgado de Instrucción Nº6, a cargo de la jueza Raquel Cosgaya, y la División Judiciales de la Unidad Regional II. La sección policial estará a cargo, además, de la investigación administrativa que deberá comprobar si la lesión es considerada dentro del marco de las tareas de la agente para que tanto ella como su familia gocen de las garantías correspondientes.
La Ciudad
