Christophersen. - Con la consigna de federalizar el tema de La Picasa, productores afectados por el anegamiento expusieron con crudeza su situación al gobernador Carlos Alberto Reutemann, y preguntaron una y otra vez si aquellos que perdieron tierras, trabajo y esperanza bajo el efecto de las aguas tendrán algún alivio. El mandatario santafesino respondió con cautela: "Vamos a ver", al tiempo que alertó que los recursos de las arcas provinciales son cada vez menos.
El gobernador presidió ayer una reunión con intendentes, presidentes comunales y productores de los distritos afectados por la crisis hídrica de la laguna La Picasa. A más de dos años de soportar los graves problemas, la gente del lugar clamó por una solución definitiva y por la intervención del gobierno nacional para superar el complejo problema interprovincial.
Reutemann llegó a la región en helicóptero, sobrevoló la zona, recibió todas las cartas y carpetas de los productores y personalizó las respuestas preguntando por campos y lugares. Una semana atrás, el mismo tema lo llevó a Buenos Aires para compartir una reunión con el ministro del Interior, Ramón Mestre, y los representantes de Córdoba, Buenos Aires y La Pampa.
"Buenos Aires dice que no quiere recibir un solo centímetro de agua", contó Reutemann y anunció que pasado mañana representantes de esa provincia llegarán hasta La Picasa para evaluar la zona. La negativa bonaerense es el cuello de botella de la situación porque impide poner en marcha el canal de la alternativa norte, que fue construido para mitigar los efectos del agua en plena crisis hídrica.
La negativa bonaerense
Frente a los productores que querían novedades de primera mano, el director de Obras Hidráulicas, Ricardo Fratti, recordó la negativa de Buenos Aires para poner en marcha la alternativa norte -detenida por amparo judicial- y anunció que se aprobó la construcción de la llamada alternativa sur -una canalización de casi 150 kilómetros y dos embalses- como solución estructural al problema. Dicha obra, que está incluida en el Plan Federal de Inversiones, se licitará en septiembre y podría demandar tres años.
Para los productores el tema del tiempo no es un detalle menor a dos meses del comienzo de las lluvias, con el fantasma de un desborde no controlado como un tema recurrente.
Francisco Primo, presidente comunal de Diego de Alvear, pronosticó el rebalse para octubre y vaticinó que la alternativa sur no llegará a tiempo para resolver el problema. Su par de Christophersen, Valentín Caminos, no compartió el pronóstico, aunque dijo que de ocurrir un desborde los pueblos no correrían peligro. "El agua no vendría como una avalancha sino que empezaría a inundar campos", explicó.
El problema más grave
El gobernador Carlos Reutemann fue categórico al señalar que el de La Picasa es el peor frente que le ha tocado afrontar en su gestión. También calificó al escenario lacustre de la laguna La Picasa como uno de los temas "más complejos desde el punto de vista técnico y político", y abogó por la solución conjunta del problema con la participación del gobierno nacional.
Además, el gobernador no descartó evaluar otras salidas para sacar el agua a través del territorio santafesino, pero consideró "que eso no sería justo, porque parte del agua que recibe La Picasa es de las provincias de Buenos Aires y Córdoba".
El mandatario remarcó que comprende el malestar y la situación económica de la gente que tiene sus campos anegados y calificó como "una luz de esperanza" a la evaluación que los bonaerenses harán pasado mañana para destrabar el canal norte, mientras llega la solución definitiva a través de la alternativa sur.
Asimismo, dijo que seguirá insistiendo para que el gobierno nacional se involucre en la solución del problema y no dejó pasar por alto que dos años atrás la visita del presidente Fernando De la Rúa a Aarón Castellanos despertó expectativas que el tiempo no confirmó. Además señaló que espera que la Justicia actúe en forma independiente en la resolución del amparo interpuesto por Buenos Aires para con la canalización hecha por Santa Fe.