Año CXXXIV
 Nº 49.194
Rosario,
martes  31 de
julio de 2001
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Dura crítica de la Iglesia a la represión

Roma. -Dirigentes de la Iglesia católica italiana condenaron ayer con un duro documento la represión policial contra los manifestantes antiglobalización durante la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) cumplida en Génova del 20 al 22 de julio. "Los obispos lamentan que, desde fines de la última guerra, en cincuenta años de episcopado, jamás habían visto semejantes crueldades", afirma el documento firmado por los obispos de Foggia, Giuseppe Casale, de Ivrea, Luigi Bettazzi, y de Acerra, Antonio Riboldi, entre otros.
La nota, que también firman teólogos de Milán, representantes de Pax Christi, párrocos, religiosos y religiosas y laicos de asociaciones eclesiásticas, se pregunta qué es lo que generó esta salida peligrosa "frente a las imágenes de brutal y salvaje violencia de muchos policías y carabineros".
En Génova, prosigue el documento, "muchos agentes golpeaban a la gente común -familias con niños, jóvenes y estudiantes pertenecientes a asociaciones de voluntariado social- como si estuvieran castigando la expresión de ideas que a alguno no le agradan".
Se trata de un comportamiento contrario al deber de las fuerzas del orden que no es "por cierto el de realizar golpizas indiscriminadas o venganzas privadas que, entre otras cosas, crean descrédito a todo el cuerpo de la policía del Estado".
"La Iglesia y los cristianos no pueden callarse cuando la dignidad humana es pisoteada y humillada de ese modo, incluso porque nos llegan noticias de violencias contra chicos down, ancianos y religiosos", señala el texto.
"Pedimos a todos que no se callen, sobre todo a las comunidades eclesiásticas y al mismo tiempo pedimos al gobierno que no rechace una amplia investigación que verifique las responsabilidades políticas", exhorta la nota.
Pero a las críticas de la Iglesia y de la oposición política el gobierno de Berlusconi debió sumar en estas semanas las exigencias de una investigación exhaustiva de parte de los gobiernos alemán y británico, quienes en sus comentarios públicos condenaron duramente el accionar policial italiano. Asimismo, incluso llegaron críticas a los uniformados italianos de sus propios colegas extranjeros. Un jefe policial de Berlín rechazó el modo de actuar de los policías italianos en Génova y sobre todo el episodio en el que un inexperto carabinero mató a quemarropa con su pistola a un manifestante que lo agredía.



El gobierno de Berlusconi pagará un costo político.
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