Porque son transferibles, seguras, y sus gastos de emisión y mantenimiento son mínimos, las tarjetas virtuales se diferencian de las de crédito convencional. También se distinguen del dinero en efectivo porque trabajan para Internet. Aunque su utilidad está íntimamente ligada al comercio electrónico, la Web nacional (que carece de un mercado virtual contundente) tardó en adoptarlas. Sin embargo, su crecimiento es innegable. ¿Será ésta la nueva fiebre de la Internet vernácula?
A través del correo electrónico y de una cuenta virtual, este servicio permite comprar online y transferir dinero por Home Banking. Para obtener la tarjeta, no es necesario poseer una cuenta bancaria ni una tarjeta de crédito. Basta con poseer una dirección de e-mail, registrarse en www.digicuenta.com, esperar su entrega, y depositar efectivo en alguno de los 3.500 cajeros automáticos de la red Link .
Cuando quiera comprar online, zambúllase en la Red y, una vez elegido el producto deseado, presione la tecla Comprar. En caso de querer mandar efectivo, ingrese en su cuenta, haga clic en Enviar dinero, escriba el monto y la dirección de correo electrónico de su destinatario (que también deberá estar registrado en Digicuenta). Por último, para retirar efectivo, solicite un cheque a su domicilio. Entre dos y cinco días más tarde, recibirá el efectivo a un costo de $ 4. A su vez, una transferencia bancaria (que se acreditará en 24 horas) valdrá $ 2,50.
Esta tarjeta de débito no bancaria sirve para comprar en Internet, por teléfono y personalmente, además de pagar servicios y realizar transferencias online. Si bien su uso se limita a la Argentina, próximamente se extenderá a Brasil, Chile, Uruguay, Perú, México, Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador y Paraguay.
Para obtenerla, no es necesario contar con una cuenta bancaria ni con una tarjeta de crédito. Los interesados deben concurrir a los comercios adheridos (Shell, Musimundo, Grimoldi y Dexter Shops, entre otros), llamar por teléfono o recurrir a la página web de la empresa. En el momento de registrarse, hay que elegir una clave secreta, y después de pagar $ 1 por gastos de emisión, el dinero cargado (un máximo de $ 1.000) será depositado en un fideicomiso de garantía del Banco Sudameris. El procedimiento de compra online consiste en ingresar en un sitio asociado, seleccionar un producto, tipear el número de tarjeta y PIN, y confirmar la orden. También es posible usar la tarjeta en un negocio real, así como prestarla a un amigo o familiar. Para otros trámites con dinero, existe el servicio de Homebanking.
¿Dónde está la ganancia? Esta pregunta surge cuando se tiene en cuenta que, por un lado, el uso de las tarjetas virtuales no cuesta casi nada y, por el otro, los precios en los comercios on y offline son los mismos. Lo cierto es que la ganancia de Novacash y Digicuenta proviene de la comisión que los negocios adheridos pagan por cada venta realizada con estas tarjetas.
Por su parte, los directivos de la segunda empresa (liderada por Alberto Cavallo, hijo del ministro de Economía) planean licenciar el sistema a otras instituciones o entidades bancarias interesadas en este servicio para sus clientes.
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La Ciudad
