Por primera vez en dos décadas, el reinado de la provincia de Santa Fe dentro de la producción nacional de soja está en discusión. Córdoba, con una cosecha de 7.198.000 toneladas en la última campaña gruesa, la desplazó por unos pocos cuerpos. Más allá de las rivalidades folklóricas, el dato da cuenta de la expansión geográfica de la oleaginosa, que de la mano de un nuevo paquete tecnológico extiende su área de influencia hacia zonas antes impensadas. Un boom productivo que fluye, en definitiva, hacia los puertos, las moliendas y el mercado que tienen como epicentro a la ciudad de Rosario.
Los números difundidos por la Secretaría de Agricultura de la provincia mediterránea dan cuenta de un aumento del 13% en la cosecha de soja en ese distrito, con un área sembrada de 2.937.000 toneladas. Las cifras no pueden ser comparadas con las de la cartera agropecuaria santafesina, que todavía está procesando los últimos lotes cosechados. Tampoco con las de la Nación, que no difundió los guarismos desagregados por distritos.
Aún así, el gobernador cordobés, José Manuel de la Sota, ya instaló el tema durante el acto de inauguración de la última edición de Agroactiva en la localidad de Río Cuarto, incluso frente a funcionarios santafesinos que admiten el desplazamiento del liderazgo sojero como una posibilidad cierta, debido a las pérdidas sufridas por el exceso de precipitaciones en la zona de la cuenca La Picasa.
En el conjunto, las diferencias de producción final son mínimas. Se estima que las cifras finales en Santa Fe, donde también se verificó un aumento, arrojarán una cosecha no inferior a las 7 millones de toneladas. Se está hablando así de un volumen de producción de 14 millones de toneladas en la Región Centro, frente a 25 millones estimados para el total del país. Eso sin contar las cifras de Entre Ríos, que en diez años pasó de cosechar 100 mil toneladas de soja a más de medio millón.
La realidad de estos números es la de la expansión geográfica de la oleaginosa, que merced a un paquete tecnológico apoyado en la siembra directa, la biotecnología y las innovaciones de manejo, extiende sus fronteras hacia zonas que años atrás eran consideradas marginales respecto de este cultivo.
Invasión verde
Durante las últimas jornadas técnicas de soja que se realizaron en la Bolsa de Comercio de Rosario, el investigador de la empresa Nidera Rodolfo Rossi señaló que hace pocos años las provincias de Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba representaban el 94% de la soja producida en todo el país. Ahora, esa participación es del 83%. Esto se debe al fuerte incremento del área sembrada en provincias como Salta, Tucumán, Santiago del Estero o Entre Ríos.
El especialista Carlos Ghida Daza, del Inta Marcos Juárez, señaló que el área sembrada con soja en todo el país aumentó 59,6% en los últimos diez años, y el promedio de rendimientos, un 10,2%. "Esto es destacable ya que se produce a pesar de que se incorporan al cultivo tierras de menor calidad agrícola", indicó.
Según los datos que maneja el especialista "ya en el ciclo 99/00 la principal provincia productora pasó a ser Córdoba, debido a un aumento del área sembrada". Ese aporte se completó con el aumento de la siembra en Entre Ríos, Santiago del Estero y Chaco.
"Aumentó el área cultivada y la productividad, debido al uso de adecuados paquetes tecnológicos zonales, es decir la combinación de variedades adaptadas a los distintos ambientes ecológicos, unidos a la adecuada fecha de siembra más el correcto manejo de insumos y prácticas como la siembra directa", destacó.
El secretario de Agricultura de Córdoba, Víctor Faraudo, señaló que el salto productivo de la producción primaria en esa provincia (la siembra de los principales granos aumentó 10% en la última campaña) tiene que ver, en lo coyuntural, con un ciclo favorable de lluvias, y en lo estructural, con un avance de la soja hacia el oeste y el norte de la provincia, en zonas antes dedicadas a la ganadería extensiva.
"Con la siembra directa, la semilla transgénica y nuevas capacidades de manejo, el cultivo de soja logró una reducción de costos que atrae a los productores", señaló e indicó que en las nuevas áreas agrícolas "los que entran lo hacen directamente en siembra directa y con planteos de alta tecnología, lo cual les asegura un nuevo piso de rendimientos".
Santa Fe a full
Al mejor estilo de los comicios más reñidos, el secretario de Agricultura santafesino, Oscar Alloatti, evita convalidar cifras de producción hasta que se conozcan sus propios resultados.
De todos modos, el titular de la cartera agropecuaria destacó que la expansión del área sembrada en el distrito vecino es una realidad, de la mano de "un corrimiento de la frontera hacia el límite con San Luis y, para el norte, para el lado de Jesús María". Un fenómeno que también se dio en Santa Fe con la irrupción del cultivo en zonas antes dominadas por el tambo o la ganadería de carne. "Antes era imposible pensar en rindes de 30 quintales por hectárea de soja en suelos arenosos del extremo sur provincial", indicó Alloatti.
Merced a una mayor historia sojera, el funcionario reconoció que "el área de crecimiento agrícola que queda en la provincia es poca, el mapa de riesgo que elaboramos nos indica que ya estamos sembrando en zonas de poca aptitud".
Alloatti y Faraudo coincidieron en señalar que de lo que se trata en la Región Centro es trabajar en forma conjunta para acompañar el crecimiento productivo con una adecuada integración física. Uno de los proyectos que están trabajando Córdoba y Santa Fe es la reactivación del ramal del ferrocarril Belgrano para poder evacuar la producción de las nuevas zonas agrícolas cordobesas hacia los puertos santafesinos. En el sur de la provincia se encuentran las principales fábricas aceiteras, con una capacidad de molienda de 27 millones de toneladas, y las principales terminales portuarias.