Año CXXXIV
 Nº 49.192
Rosario,
domingo  29 de
julio de 2001
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El viaje del lector
Costa Brava: Acantilados y arenas blancas

La Costa Brava limita con el Mediterráneo y los Pirineos y pertenece a la provincia de Gerona (Girona). La naturaleza, el clima y su historia parecen querer competir con la creación de un entorno de extraña atracción, cautivante por los tonos azules y verdes de las aguas y el contrapunto frondoso de la vegetación que se extiende hasta el borde del mar, suspendida en ocasiones sobre abruptos acantilados. En la proximidad de las playas pinta de verde la arena dorada y fina que se mezcla con los ocres de la tierra. Se suma a esto la agradable temperatura de 18º con pocas lluvias y las 2.500 horas de sol al año.
Sus 214 kilómetros de costa se extienden entre Blanes, al sur, hasta Port Bou, al norte, en la frontera francesa. Playas, calas, acantilados y bosques se alternan con lugares de fama mundial: S'agaró, Tossa de Mar, Bagur, Cadaques. La moderna infraestructura de la zona hace de la Costa Brava uno de los destinos más destacados de España.
La historia de la región se remonta al Paleolítico con muchísimos restos arqueológicos romanos y árabes. Blanes, es la puerta de la Costa Brava; fronteriza con la provincia de Barcelona. Allí se conjugan el azul, verde y el rosa. Su magnífico paseo marítimo ofrece una hermosa panorámica de la playa, y sobre el cerro se alzan los restos del castillo de Sant Goan con la iglesia gótica de Santa María (S.XIV).
Continuando el camino por playas y calas con ermitas barrocas, se llega a Lloret de Mar, la ciudad turística por excelencia, que se arroga el título de poseer el mayor número de hoteles de toda la costa, así como espectáculos diversos que proporcionan una animada vida nocturna. Una torre sepulcral romana, un castillo del siglo XI, que preside sobre las rocas el baño de los turistas y una iglesia (Santa Cristina) de estilo neoclásico, crean un marco muy especial.
Por carretera de cornisa se accede a Tossa de Mar, llamada por Marc Chagall "Paraíso Azul" cuando vivió y pintó la ciudad en 1933. Después llegarían otros pintores, escritores e intelectuales. De origen pre-romano, a su alrededor se han descubierto restos de una villa romana. La ciudad vieja del siglo XII conserva en sus calles estrechas y tortuosas todo el gusto medieval.
San Felin de Guixols se encuentra enclavada en el fondo de una bahía. Es una localidad muy concurrida, con las terrazas de los cafés que adornan el Paseo del Mar y las construcciones modernistas del casino Dels Nois y Can Patxot.
S'Agaró, constituye lo que podría llamarse "nucleo residencial modelo" por la armonía que las construcciones conservan con el paisaje. Todas mantienen un mismo estilo distinguido y están rodeadas de árboles y jardines. La ciudad posee una bella playa, Sa Conca, en semicircunferencia, con los pinos al alcance de la mano. Por ello se la considera un símbolo de esta costa. Otro lugar digno de mención es Playa de Aro (Platza D'Aro) larga, abierta y de arenas finas. Boutiques, tiendas, bares, cafeterías y pubs son en su conjunto un espectáculo, donde se reúnen visitantes de los cinco continentes.
Nuestro recorrido continúa bordeando la costa y pasando por distintas playas, puertos pesqueros con barracas, bahías rodeadas de tamarindos que con los pinos forman una tupida vegetación.
Otros pueblos como Bagur, aparecen construidos alrededor de una colina, en la que se alza un castillo del siglo XV, con cinco grandes torres declaradas monumento nacional. Muy cerca aparece Figueras, cuna del pintor Salvador Dalí. Aquí está el museo que lleva su nombre, exótico, excéntrico como el pintor, fue decorado personalmente por Dalí y reciclado de la que era el teatro municipal.
Muy cerca de este sitio está Cadaques, sencillo puerto de pescadores, hasta que varios pintores contemporáneos como Dalí, Picasso, e intelectuales como García Lorca, André Breton, lo eligieron como residencia. Está suspendida en una ladera, asomándose desde los Pirineos en un magnífico emplazamiento cerrado por montañas y con el mar como única salida natural. Tiene calles estrechas y empinadas, con casas blancas y pintorescos pórticos.
Dalí plasmó estos paisajes en sus lienzos y difundió su fama como un importante centro de arte de vanguardia donde tienen lugar notables exposiciones y actividades culturales.
Otra ciudad muy especial es Rosas, colonia griega del siglo IX. Es un excelente puerto natural con 4 kilómetros de playa con un bello paseo marítimo.
La manifestación folclórica que se destaca en toda esta zona es la Sardana, que se baila en verano en todas las plazas de cualquiera de estos pueblitos, así como la música habanera, en julio y agosto, cantadas por pescadores y marineros.
En cuanto a la artesanía hay rejería y labores en hierro, cobre, metal, cerámica y en artes textiles, trabajos de encaje hechos con la técnica de bolillos. La gastronomía es muy variada. Se trata de una cocina mediterránea que acompaña los platos con aceite de oliva, basada en la mezcla de productos de la tierra y el mar. Hay muy buenos vinos blancos y los cavas de Perelada, los rosados de Espolla y los tintos de Campmany. Las carreteras son muy buenas y es aconsejable hacer este recorrido en auto, ya que la Costa Brava tiene una de las ofertas más extensas y singulares de toda España, con establecimientos de todas las modalidades y categorías.
Perla Eisemberg



En Figueras se puede visitar el museo de Salvador Dalí.
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