Un joven de 20 años fue detenido anteayer bajo la acusación de haber participado en un violento atraco ocurrido el pasado 7 de julio en la ciudad de Villa Gobernador Gálvez. Ese día tres hombres asaltaron al propietario de una panificadora y a un empleado, pero el suceso tuvo un desenlace inesperado: el ayudante del panadero mató a balazos a uno de los ladrones luego de que uno de los maleantes disparara contra las víctimas del robo.
El robo se registró frente a un pequeño almacén ubicado en pasaje 1 Nº2341, entre San Lorenzo y Liniers. El 7 de julio, el propietario de una panificadora, Luis Caopulat, de 53 años, y su empleado, Armando Durán, de 31, llegaron a la granja a bordo de una pick up Ford F100. Cuando se disponían a hacer la entrega de mercadería, tres hombres, uno de ellos armados con un pistolón, lo interceptaron para robarles. Pero en ese momento el ayudante del panadero sacó un arma y abrió fuego contra los delincuentes luego de que uno de los asaltantes disparara dos veces. En medio del tiroteo resultó baleado uno de los maleantes.
Era Juan Marcelo Segovia, de 32 años, quien murió a poco de llegar al Hospital Gamen. Pero sus cómplices lograron escapar, aunque uno de ellos huyó con una herida en una mano. Poco después la policía inició la investigación del caso y llegó a la conclusión de que en el episodio estaban involucrados un muchacho de nombre Mario y conocido con el apodo de Tuto y otro joven que responde al apelativo de Picuí.
El viernes, agentes de la Brigada de Investigaciones apresaron a uno de los acusados de haber perpetrado el atraco, el llamado Tuto, de 20 años. Se trata de Mario Luis Samaniego, quien admitió, según una fuente de la investigación, que había participado en el asalto con final violento.
El vocero policial también comentó que los efectivos hallaron el pistolón utilizado para cometer el robo en una vivienda ubicada en la calle Mosconi, entre Marcos Paz y 9 de Julio. Allí, los policías secuestraron una escopeta calibre 14 "con la culata recortada y el cañón en forma de pistolón" y detuvieron al morador de la casa, identificado como Jorge Hernán Antola, de 39 años.
Un botín de 80 pesos
Poco después del hecho, Caopulat y Durán se presentaron en la comisaría 26ª. Los dos hombres les dijeron a los investigadores que "estaban terminando el reparto" en el almacén cuando tres muchachos los encañonaron con un revólver y un pistolón. Enseguida los delincuentes les exigieron la recaudación y entonces Caopulat les dio los ochenta pesos que tenía, pero el botín no conformó a los maleantes.
En ese momento, uno de los ladrones disparó dos balazos con la intención de amedrentar al panadero y a su empleado, pero Durán no se asustó: extrajo una pistola calibre 22 y tiró, según declaró en sede policial, al aire mientras los asaltantes escapaban. Segovia recorrió por la calle unos treinta metros y se desplomó al suelo: un balazo mortal le impactó en la región cervical.
La Ciudad
