Daniel Leñini
"Hasta los empleados del puerto estaban sorprendidos. Nos decían: «A ver si siguen exportando, a ver cuándo vuelven», acostumbrados como están a cargar cereales y porotos. El ómnibus era la vedete de Terminal 3, frente a Retiro". Omar Santero, titular de la carrocera Imeca, relata así la partida, días atrás, del primer coche de larga distancia -de una serie inicial de ocho- construido en Rosario y con destino a Houston, Texas. "Cada coche son 5.000 horas de trabajo; en un país con desocupación, eso es importante", opina. Sólo una vez antes habían salido de la ciudad algunos colectivos con destino a Estados Unidos cuando en 1990 la desaparecida Cametal colocó una venta en Miami. Años después de esa fecha comenzaría el colapso de esta industria que tuvo por bastión a Rosario desde su nacimiento y donde llegó a ocupar 1.200 operarios. Las otrora poderosas Decarolli -pionera, que comenzó a fabricar en madera por 1960-, Cametal, Dic, Eurobus y Metalsur, quebraron o concursaron a partir del 95 en medio de la invasión de ómnibus del Brasil, gigante mundial en carrocería. Solo lograron sobrevivir bajo sus nombres originales Imeca, en Ovidio Lagos al 6300, y Troyano, en Villa Gobernador Gálvez. Dic se transformó en cooperativa y reabrió meses atrás autogestionada por sus empleados. "En el exterior saben que Argentina construye carrocerías de ómnibus de buen nivel y que Rosario ocupa un lugar -comenzó explicando Santero-; por eso nos visitaron intermediarios que buscaban unidades un 30 por ciento más económicas que en Estados Unidos y con determinadas características. Si la venta de las ocho unidades marcha bien, seguirán otras 12". El empresario apuntó que "ésta es una industria puramente artesanal" y que a los fabricantes norteamericanos "les cuesta salir de los modelos estándar. En este caso, los compradores querían coches con una gran capacidad de bodega para corredores con pasajeros con mucho equipaje o acostumbrados a comprar y cargar productos, electrodomésticos por ejemplo. Son líneas que entran a México o llegan hasta Chicago", señaló. "A nosotros el desafío nos entusiasmó; así que nuestros ingenieros comenzaron a generar ideas, elaborar los proyectos hasta finalmente diseñar el prototipo: un ómnibus de piso y medio que conformó a los compradores", contó Santero. "Para 42 pasajeros y de estructura galvanizada. Todas las ventanas son salida de emergencia de tipo abatible: tienen las bisagras arriba y cierran a presión". Las unidades, de un valor final aproximado a los 200 mil pesos cada una (incluido el chasis, importado de Estados Unidos), "están vendidas pero no cobradas; falta que el primer ómnibus llegue a Estados Unidos y supere los controles de calidad. Por eso hay que destacar el acompañamiento de los proveedores ya que algunos, al igual que nosotros, todavía no cobraron". La cámara que agrupa a los carroceros de la zona se denomina Caladi y es presidida por Raúl D'Alessandro: "El ingreso irrestricto de los productos de Brasil, la falta de control aduanero y la crisis de las líneas transporte nacionales desarticularon la actividad carrocera de Rosario", señaló. "Brasil, con las dos firmas internacionales más importantes: Buscar y Marcopolo, produce cerca de 40 unidades por día cuando todas las demás carroceras del mundo registran un promedio de 15 o 20 coches por mes. Contando con ese vecino, la irresponsabilidad de nuestros funcionarios resultó mortal". Como antecedentes de exportación, además de los coches de Cametal a Estados Unidos en 1990, figura la venta de algunos vehículos de Dic a Cuba y otros de Carrocerías San Antonio a Bolivia. Imeca cuenta con 170 operarios (llegó a tener 430 en 1992) y produce carrocerías para clientes como Chevallier, Empresa Argentina, General Urquiza, Plusmar y El Turista, todos nacionales. "Quedaríamos satisfechos si la demanda de Estados Unidos ronda las 30 unidades anuales y completa las 100, 150 que fabricamos actualmente para el mercado interno", dijo Santero. "Alguna vez estuvimos arriba de las 350 unidades por año", recordó. El empresario señaló que resultó de gran ayuda que Imeca haya certificado las normas ISO 9001 meses antes de aparecer el interés de los compradores foráneos. "Fuimos la primera carrocera en el país que logró la certificación", remarcó.
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