Con un remanente de 2 toneladas de alta calidad, en piezas que tienen un costo a puerta de tranquera que varía entre los 2,50 y 3 pesos el kilo, la empresa Acuicultura del Litoral piensa cerrar con éxito la primera etapa de un proyecto que nació en 1999 a través del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Industria y Comercio de nuestra provincia.
Se trata del cultivo del Pacú por medio del engorde bajo técnicas de cultivo semi-intensivo desarrollado en el norte Santa Fe, en un establecimiento ubicado a pocos kilómetros del centro de la ciudad de Reconquista. La empresa de piscicultura está dirigida por el ingeniero agrónomo Horacio Quinteros y el biólogo Ricardo Roselló, y piensa generar a fines de este año alrededor de 90.000 pesos si logran generar las 30 toneladas de producción programadas para salir directamente a la venta.
Los piletones
El proyecto para el desarrollo de esta alternativa productiva se montó teniendo en cuenta como duración etapas de crecimiento que llegan hasta los 10 años. Se inició en 1999, por medio de una inversión aproximada a los 70.000 pesos, que el Magic gestionó para el grupo y fue otorgado a través del Fondo Nacional Tecnológico Argentino (Fontar).
La construcción de la infraestructura para albergar a los peces comenzó en diciembre del 99 y la siembra del pacú (piaractus mesopotamicus) se hizo en enero del 2000 con una partida de alevinos traídos desde Clorinda, en la provincia de Formosa.
Teniendo en cuenta que el ciclo de producción demora entre 12 a 14 meses, los especialistas mostraron los resultados de la primera siembra, que se compone por piezas que promedian el kilo y están listas para ser vendidas, desde la tranquera del establecimiento que cuenta con 3 hectáreas, de las cuales 2 corresponden a los estanques para la cría del pacú.
Si bien esta alternativa fue pensada en Rosario y parte de su desarrollo tiene como antecedente al acuario provincial, la elección de Reconquista se relaciona directamente con las perspectivas climáticas. "Rosario es muy frío para estos peces, sólo calentando el agua se puede montar un criadero para engorde de pacú, pero los costos serían muy elevados", afirmó el rosarino Ricardo Roselló, titular del emprendimiento.
"En Reconquista, así como todo el norte de nuestra provincia y el país, la temperatura más cálida permite el desarrollo óptimo de todas la etapa de cría sin mayores inconvenientes, salvo las que se pueden ocasionar por algunas eventualidades climáticas", agregó.
Con 8 piletones de 3.000 metros cúbicos de agua cada uno, una medida de 80 metros de largo por 25 de ancho y un metro y medio de profundidad; Acuicultura del Litoral maneja una densidad de siembra de un pez por metro cúbico. Para los técnicos, estas medidas son manejables, ya que si aumenta la densidad el crecimiento es más lento por el espacio que necesita el pez durante su cría. Roselló explicó que la inversión demandó un alto costo en la construcción de los estanques artificiales, con grandes movimientos de tierra y a su vez, un trabajo de sellado e impermeabilización para evitar considerables pérdidas de agua. A ello se suma la excavación, las bombas de extracción de agua, junto a la diagramación de cañerías, esclusas y el mantenimiento general del establecimiento, que demanda mucho gasto energético.
Para su cría, el pacú requiere una temperatura que va desde los 24 a 27 ºC. Su alimentación es óptima si se respetan estas mediciones ya que con menos de 17º C no come y, si su hábitat alcanza los 10º C es probable que muera en poco tiempo. En los estanques se lo alimenta con balanceados compuestos por maíz, sorgo y un poco de soja entre los principales nutrientes. Se suministra en forma de pellets, de diversos tamaños según el desarrollo de los peces y su boca. Un plantel de 30.000 mil kilos de pacú necesita alrededor de 50 a 60 mil kilos de alimentos en el ciclo productivo de la especie. En Santa Fe, aparte de Piscicultura Reconquista (empresa de Acuicultura del Litoral), existen dos criadores más, uno en el departamento General Obligado y el otro en Castellanos, cerca de la ciudad de Rafaela. Todos venden bien y los clientes se reparten en un mercado que nuclea a supermercados, restaurantes, pescaderías mayoristas y distribuidores.
L.S.
La Ciudad
