Una niña de 13 años fue arrestada en el noreste de Nigeria acusada del asesinato ritual de 51 personas, incluido el padre, cometidos en los últimos siete años, desde que fue iniciada en una secta. Jummai Hassan, estudiante en un colegio del Ejército, confesó su pertenencia a la secta y se atribuyó los 51 crímenes, según la policía de Nigeria. La joven fue arrestada el 17 de julio en la ciudad nigeriana de Maiduguri en medio de la investigación por la desaparición de un niño de dos años, Ibro Joseph, afirmó el responsable policial local, Bello Uba Ringim, a una emisora de radio. El policía explicó que durante el interrogatorio la niña confesó haber matado, además del niño, a otras 50 personas. "Durante la investigación, confesó que pertenecía a una secta de Lagos y que había matado a 51 personas, incluido su padre, desde que fue iniciada, siete años atrás", dijo el policía.
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