Un adolescente de 14 años que mató a su profesor de un balazo fue sentenciado ayer a 28 años de prisión, en un caso que creó controversia sobre cómo son juzgados y castigados los delincuentes juveniles en Estados Unidos. Nathaniel Brazill fue juzgado como adulto en West Palm Beach, en el estado de norteamericano de Florida, y pudo haber enfrentado una condena a cadena perpetua.
Sin embargo, el juez Richard Wennet lo sentenció a 28 años de prisión, después que fue declarado culpable de asesinato en segundo grado por matar a su maestro Barry Grunow de un disparo entre los ojos en la escuela intermedia floridana de Lake Worth el 6 de mayo del 2000, último día del año escolar.
El día del crimen, Brazill fue enviado a su casa más temprano por lanzar bombas de agua como parte de los festejos por el fin de clases.
Pero regresó al plantel educativo armado con una pistola calibre 25 que encontró en la jarra de galletas de su abuelo y disparó contra Grunow cuando el profesor se negó a permitirle que hablara con algunos amigos.
Brazill recibió también una sentencia concurrente a cinco años por agresión agravada por apuntar el arma hacia otro profesor.
Los padres del adolescente expresaron alivio por la indulgencia que mostró el juez Wennet.
"El juez hizo lo que tenía que hacer. Es mucho menos de lo que habríamos esperado. Viviremos con eso", dijo Nathaniel Brazill padre en las afueras de la corte. "Hoy comenzamos un proceso de resignación".
Su madre, Polly Powell, dijo: "Sé que (el juez) se hizo un examen de conciencia y fue justo. Pero todavía, tengo que luchar por mi hijo. Sé que mi hijo regresará a casa algún día", agregó, secándose las lágrimas con una pañuelo.
Conocido el fallo, familiares y partidarios del adolescente prometieron luchar contra un sistema en el que los delincuentes juveniles son juzgados como adultos.
Rezo por un sistema mejor
"Rezaré por un sistema mejor para el próximo niño que tenga que pasar por esto", dijo Powell, agregando que esperaba visitar a su hijo a la cárcel próximamente.
Los familiares de Grunow -algunos de los cuales pidieron al magistrado a cargo del polémico caso ordenar que Brazill pasara el resto de su vida tras las rejas- abandonaron la corte en silencio. A Grunow le sobreviven su esposa, Pam, y dos niños pequeños.
Posteriormente, el hermano de Pam Grunow, Nick Hlawka, dijo que la sentencia fue insuficiente. "No puedo hablar en nombre de toda la familia, pero puedo decirle que no fue suficiente tiempo", declaró.
Wennet dijo que había reflexionado detenidamente sobre cómo reintegrar a Brazill a la comunidad tras su liberación.
Ordenó que Brazill cumpla dos años de arresto domiciliario y cinco años en libertad condicional, que asista a un curso para controlar la ira y obtenga un grado equivalente a la secundaria tras su liberación. Asimismo, le prohibió tener todo tipo de contacto con los familiares de Grunow.
Brazill, quien enfrentaba una sentencia mínima de 25 años en prisión y una máxima de cadena perpetua, pareció aliviado tras el fallo, mostrando una leve sonrisa y golpeando suavemente con el codo al abogado de la defensa, Lance Richard, después que el magistrado leyó la sentencia.
El joven dijo anteayer a la corte que lamentaba mucho haber matado al hombre al que llamaba "mi maestro favorito".
El caso atrajo amplia atención como un incidente que mostraba la violencia en las escuelas de Estados Unidos y debido a la controversia sobre el hecho de que adolescentes acusados de crímenes graves a veces son enjuiciados como adultos.