Encender una lamparita en la provincia de Santa Fe cuesta el doble que en Buenos Aires. Así lo comprobaron en persona Juan Carlos Bozo y su esposa Adriana Rosetti. Esta pareja se mudó a Rosario en octubre pasado y en este último bimestre consumió exactamente la misma cantidad de electricidad que durante sus 60 días finales de Buenos Aires: 454 kilovatios. La única diferencia fue el monto que detallaban ambas facturas. Mientras la de Edesur rezaba 55,20 pesos, la de la EPE ascendía a 105,68 pesos. Grupos de usuarios y consumidores comenzarán a reclamar la inmediata baja de tarifas de la empresa.
Con ambas boletas, Bozo se dirigió a la Oficina Municipal de Defensa del Consumidor. "Pensaba que había un error. No lo podía creer, suponía que entre las tarifas de las dos provincias podían existir diferencias, pero nunca pensé que fueran tan grandes", expresó ayer Juan Carlos en diálogo con La Capital.
El episodio abrió un espacio para que distintas agrupaciones de usuarios y consumidores pudieran plantear la rebaja de las tarifas que actualmente cobra la Empresa Provincial de la Energía.
"Es un despropósito en momentos como este, de una aguda crisis social, se estén cobrando estas tarifas por el servicio eléctrico", indicó el titular de la Oficina del Consumidor, Carlos Comi. Para justificar su observación recordó que "todos los días" llegan hasta su escritorio "personas que no pueden pagar las boletas de la EPE".
El funcionario adelantó que durante las primeras semanas del mes de agosto, junto a organizaciones de usuarios y consumidores y entidades de la producción, se realizarán distintas actividades para reclamar la inmediata disminución de las tarifas.
Lo que dicen los números
Y no les faltan razones. A la familia de Juan Carlos, por el mismo consumo, la EPE cobró casi un 100 por ciento más que Edesur. Y los números no varían a raíz de las cargas impositivas o tributarias a que están sometidas las dos empresas, sino lisa y llanamente en el precio del servicio.
Mientras el costo diario promedio del consumo de este usuario en la EPE asciende a 1,76 pesos, según lo detalla la misma boleta de la empresa, en Buenos Aires la media del gasto por día es de 0,95.
"Esto es una barbaridad", se quejó el damnificado mientras comparaba las dos boletas. "Las tarifas de Edesur no son una panacea, ya de por sí son más caras que las que cobraba la entonces empresa estatal Segba. Pero lo de la EPE es simplemente una estafa".
De acuerdo a la ley de privatización de la EPE, cuando se formalice la venta de esta compañía, los concesionarios estarán obligados a rebajar las tarifas un 30 por ciento. Y así lo dejó claro el mismo gobernador Carlos Reutemann en un decreto que firmó en los primeros días de este mes.
Más allá de los cuadros tarifarios que incluyan los pliegos de la privatización, que actualmente están en manos de la Fiscalía de Estado de la provincia, Reutemann quiso asegurarse que la rebaja tarifaria llegue a todos los usuarios residenciales con un 30 por ciento de descuento.
Sin embargo para el titular de la Oficina Municipal de Defensa del Consumidor no se puede esperar la privatización para rebajar las tarifas. "Se tiene que empezar a implementarla ya", insistió Comi.
El funcionario afirmó que "no se pueden relegar las necesidades de la gente a la suerte que corra el proceso de licitación" y advirtió que "hay una fuerte posibilidad de que las ofertas de los interesados no sean buenas y que la venta no pueda concretarse. Privatizar una empresa hoy no es lo mismo que diez años atrás", señaló.
"¿Y qué vamos a hacer entonces, seguiremos pagando estas tarifas?", preguntó Comi. La respuesta es aún lejana.