Washington. -El polémico plan de Ronald Reagan de crear un sistema de vigilancia aeroespacial con misiles regresa tras 20 años al centro de los proyectos del Pentágono como punto fuerte de la iniciativa del presidente George W. Bush. A algo más de una semana del éxito logrado en el primer test sobre el escudo (una red de bases de tierra para la interceptación de los misiles), fuentes del Pentágono hicieron saber que el sistema de vigilancia -rechazado en principio por Rusia, China y los aliados europeos por temor al rearme nuclear- estará integrado por elementos posicionados a gran altura, sobre aviones, o en órbitas estacionales alrededor de la Tierra a bordo de satélites.
El objetivo, explicó el general Joseph Cosumano Jr, responsable para la defensa espacial y misilística en el centro de investigación militar de Huntsville, Alabama, es "crear sistemas de defensa misilística capaces de neutralizar cualquier tipo de misil", bajo el control de la aviación militar.
Los primeros test sobre el componente aeroespacial del escudo, anticipó el coronel de la aviación James Forrest, comenzarán en febrero próximo con un 747 de la Boeing oportunamente modificado.
Cañón láser sobre un 747
En el lapso de un año el jumbo con un "cañón" láser montado sobre la punta de la trompa debería ser capaz de apoyar los primeros test, tratando de golpear la llegada de un misil al territorio norteamericano desde una distancia superior a 300 kilómetros y una altura de más de 13.000 metros.
El cañón láser será estudiado para derribar cuatro misiles a la vez, visto que los lanzamientos del arma alcanzan la velocidad de la luz, permitiendo al sistema de puntería seguir varios objetivos simultáneamente.
Por ahora se habla de misiles de breve alcance y es demasiado pronto para pensar en los intercontinentales.
El cañón dispara tres disparos: el primero calcula la distancia con el misil a centrar, el segundo individualiza el tanque del mismo y el tercero -un rayo láser de alta energía, cargado de yodo disuelto en oxígeno con una potencia de 10 millones de watt- busca y destruye el fuselaje.
Los técnicos de Boeing trabajan desde 1996 en el proyecto del 747 modificado que ahora pasa del nivel de investigación al de factibilidad.
Según los expertos, serán necesarios algunos años, antes de que entre en funciones un aparato similar de defensa aeroespacial y es difícil pensar que la serie final de los test pueda tener lugar antes del 2005. También es probable que deba esperarse hasta el año 2008.
El costo de un sistema de vigilancia antimisilística aérea está estimado en 11.300 millones de dólares, incluido el gasto de siete 747 con cañones láser. El Congreso estadounidense aprobó para el desarrollo del cañón un presupuesto de gastos adjuntos equivalente a 234 millones de dólares sólo para el año en curso.
En tanto, Estados Unidos quiere un calendario de negociaciones "agresivo" en esta materia, según anunció la poderosa asesora para la seguridad nacional de ese país, Condoleezza Rice, en Génova, Italia.
Rice viajará a Moscú para impulsar el análisis de la seguridad estrategia adecuada a la posguerra fría, luego del acuerdo de negociaciones conjuntas anunciado en Génova por el presidente norteamericano y su colega ruso, Vladimir Putin.